En la línea que han seguido otras comunidades autónomas como País Vasco, Cataluña o Aragón para blindarse contra las nuevas variantes del coronavirus, Castilla-La Mancha ha cambiado su criterio y reduce considerablemente el tiempo que tendrán que esperar las personas que superen la COVID-19 para vacunarse contra el coronavirus.

Así lo ha adelantado este lunes Juan José Camacho, director general de Salud Pública del Gobierno regional, durante una entrevista que ha concedido a Radio Castilla-La Mancha. En los micrófonos de la radio pública ha señalado que la estrategia de Castilla-La Mancha pasa ahora por vacunar a las personas contagiadas a las ocho semanas de superar la enfermedad, reduciendo así la postura inicial de esperar seis meses.

Según Camacho, la vacuna "funciona" pero "nada tiene cien por cien de eficacia", aunque el éxito de la campaña de vacunación está permitiendo, en todo caso, que la letalidad del virus sea menor que en otras oleadas.

Así, a nivel nacional la media de edad de pacientes ingresados se coloca en el entorno de los 40 años, casi 25 años menos que al principio de la pandemia en el caso de ingresos en planta o 35 en el caso de las UCI.

Sin repuntes tras el 15 de agosto

Quince días después del 15 de agosto, fecha señalada en el calendario por su gran número de fiestas patronales en la región, el director general ha asegurado que en Castilla-La Mancha no se ha observado repunte alguno en cuanto al nivel de transmisión del virus, aunque sí reconoce que se ha frenado el ritmo a la baja de nuevos contagios.

Camacho, preguntado por la postura de la oposición ante el proceso de vacunación, ha defendido que la estrategia está en un punto "constante" y se ha vacunado "de manera ordenada" pese a las críticas de otros partidos políticos.