Desde que se conoció la relación de Enrique Ponce con la joven Ana Soria, que supuso la ruptura del matrimonio del torero con Paloma Cuevas, las críticas al diestro no han cesado. Es el precio de la fama y de emparejarse con alguien mucho más joven.

Sin embargo, también hay buenos amigos que defienden a Ponce. Uno de ellos la estrella de Castilla-La Mancha Televisión, Ramón García. La amistad entre ambos es tal, que el presentador de "En compañía" ha declarado que para él Ponce es "el hermano que no tengo". No se puede decir nada mejor.

En una entrevista en El MundoRamón García ha elogiado la figura de Enrique como matador de toros: "Su triunfo se debe a una afición desmedida. En el mundo del toro sí se respeta la veteranía. A mí me entusiasma la veneración con la que un torero joven se acerca a un veterano, el tratamiento de usted, la deferencia de maestro. Eso no se hace en otro oficio", ha declarado.

Y ha contado cómo se forjó esa amistad entre ambos: "Supe de su existencia cuando era crío, porTendido Cerode TVE. Me sorprendió aquel pequeñajo toreando de aquella manera. Después, eclosionó en una sustitución en Bilbao. Así que en el 93 dije que lo invitaran aQué apostamos. Todavía nos destrozamos de la risa viendo aquellos vídeos. Nació una amistad que tiene como base el toreo pero que, con el paso del tiempo, se convirtió en fraternal. Es el hermano que no tengo. Aunque diferencio el Ponce amigo, el Ponce hermano, del Ponce torero. Sufre una transformación brutal los días de corrida", ha explicado.

Ramón García es un firme defensor de la tauromaquia, lo cual le ha acarreado alguna que otra crítica y situaciones desagradables: "Hay que hablar de los toros con normalidad. Mis hijas se han hecho aficionadas sin que yo las haya empujado a nada. Simplemente, un día, la mayor se sentó a mi lado cuando estaba viendo una corrida en televisión. Y comenzó a preguntar. Ahora me acompañan a la plaza y al campo".

Pide sobre todo respeto: "Ahora hay una crispación enorme. Echo de menos la educación entre los que no son taurinos y los que sí lo somos. A mí me han insultado yendo con mi hija a la plaza. Y eso es inaceptable. Siempre ha habido antitaurinos, pero con un respeto. La palabra respeto es lo que quiero dejar a mis hijas. Si en este país se respetase más, sería un país fantástico. Si a ti te gusta verde y a mí rojo, pues fenomenal. Falta sentido de la convivencia".