Su carácter díscolo fue durante mucho tiempo uno de los principales quebraderos de cabeza de la Casa Real. Froilán, el sobrino mayor de los reyes Felipe y Letizia, ha vuelto a las páginas de la prensa por su última aparición pública el pasado 10 de febrero en la manifestación convocada por PP, C's y Vox contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

Según cuenta El Mundo, Froilán pidió permiso tanto a sus padres como a La Zarzuela para ir a la manifestación porque no era un acto cualquiera aunque la Casa Real niega públicamente haber recibido aviso previo sobre la asistencia.

Al no haber sido una protesta organizada por sólo un partido, no le pusieron problemas. Es más, lo consideraron un gesto valiente del chaval en esa lucha de la nueva Casa Real por exhibir su defensa a ultranza de España, de sus símbolos y de su cultura. Y ahí Froilán es un activo porque desde pequeño e inculcado por Juan Carlos I ha mostrado su apoyo a las tradiciones más patrias como los toros o el flamenco, una de las pasiones que más está cultivando en las últimas fechas donde se le ha podido ver en La tardecita, una fiesta que arranca cada sábado a las siete de la tarde en la madrileña sala de El Callejón de Serrano. 

Sin embargo, no está muy claro que la presencia de Froilán contase con el beneplático de Zarzuela. La agencia EFE afirma que es "un extremo que niegan desde Zarzuela, que afirma no haber recibido aviso previo sobre la asistencia a la protesta del nieto del rey Juan Carlos I".

"Felipe quiso visibilizar su apoyo a la unidad de España", dice un amigo que citan como fuente. De hecho, portaba una bandera de nuestro país. El grupo que le acompañaba estaba formado por compañeros del CIS, donde estudia segundo de Business y está sacando buenas notas, como manifiesta otra fuente.