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Este viernes, Carmen Lomana vive una jornada especialmente significativa en su trayectoria social y personal: por primera vez ejerce como madrina de boda. Un papel que afronta con la ilusión de quien cumple un sueño largamente esperado y que, además, ha querido celebrar de la mejor manera posible: confiando en la aguja de su diseñador de cabecera, Alejandro de Miguel.

La elección no sorprende. Alejandro de Miguel, referente de la alta costura española y líder en el sector de madrinas de lujo, mantiene una estrecha amistad con Lomana. Juntos comparten cada fin de semana micrófono en 'La Hora de Lomana', el espacio de COPE donde conversan sobre moda y actualidad junto a Cristina.

Para esta ocasión tan especial, el creador ha diseñado en exclusiva un vestido que refleja a la perfección la elegancia y personalidad de Carmen. Se trata de una pieza artesanal confeccionada con más de 15 metros de seda natural en un sofisticado tono verde agua.

El vestido presenta un escote bardot y un espectacular drapeado hecho completamente a mano que recorre el cuerpo, realzando la figura con delicadeza. Como detalle protagonista, luce una capa vaporosa que se desprende de los hombros, adelantándose a las tendencias que marcarán el 2026 para las madrinas.

Un ajuste impecable

El proceso creativo no ha sido menos especial. Más de tres pruebas y varias visitas del propio Alejandro de Miguel a la residencia de Lomana han sido necesarias para lograr un ajuste impecable. Una dedicación que pone de relieve la filosofía del diseñador, basada en el trabajo a medida y el trato cercano a cada clienta.

Las imágenes que ilustran este momento, realizadas por el fotógrafo José Oyón en la casa de Carmen, muestran a la socialité posando con el vestido terminado, rodeada de piezas artísticas y detalles que reflejan su carácter sofisticado. "Hace mucha calor en julio en Barcelona", comentaba Lomana al diseñador mientras compartían referencias de Grace Kelly como fuente de inspiración para crear un look elegante, ligero y atemporal.

La ceremonia se celebra a las 17:30 horas en la Parroquia de Santa María de Gracia, donde Carmen Lomana acompaña al altar a Eduardo, un íntimo amigo que le pidió personalmente ejercer de madrina. El banquete posterior tendrá lugar en el emblemático Hotel Casa Fuster de Barcelona.