Fue el 23 de marzo de 2018 cuando el pequeño Santi, de 5 años, falleció a causa de un tumor cerebral irreversible. Sus padres, que estuvieron con él hasta el último segundo, lo recuerdan un año después y le rinden homenaje: "Santi era el niño que cualquier madre hubiese querido tener. Era un ángel. Nunca perdió la sonrisa y de él hemos aprendido a afrontar todo esto", ha dicho Mayte García, la mujer de Santiago Cañizares, quien vivió su infancia en la localidad ciudadrealeña de Puertollano.

El ex futbolista y su esposa han protagonizado un emotivo reportaje donde han recordado cómo fue luchar por la vida de su hijo: "El peor momento fue cuando me dijeron que mi hijo tenía un tumor cerebral. Su última palabra fue "mamá" y era para que me tranquilizara y lo dejara irse. Fue así, lo despedí", ha desvelado Mayte García.

El pequeño tenía cinco años cuando le fue diagnosticado un tumor cerebral irreversible: "Santi nos ha dejado un legado importantísimo y creo que es el significado real de lo que es la vida. Yo le prometí que llevaría su legado a todas partes. La esperanza no la perdemos ningún padre hasta el último segundo porque es tu hijo y aunque lo sepas desde el minuto uno lo que va a pasar, es tu hijo", ha asegurado. Para ella es duro vivir cada día sin él, pero siente que se lo debe: "Después de haberse ido creo que me dejó tanta paz y tanta fuerza, que me da la sensación que tengo que estar viviendo por él. Es como si estuviese dentro de mí y tengo que sonreír por él y vivir por él. Mentiría si dijera que no tengo mis momentos de pena y de no creerme que me haya pasado esto, pero es el menor tiempo posible. Nadie está preparado para perder un hijo".

Cañizares se convirtió en el pilar de Mayte durante aquellos dolorosos meses: "Yo creo que para los matrimonios, las situaciones extremas lo que hacen es poner de manifiesto la fortaleza o la carencia que tienen. En ese sentido, a nosotros nos ha unido mucho más. Ahora entiendo lo que es una familia", ha afirmado el ex guardameta del Real Madrid. "Sabemos que él está muy bien, mejor que nosotros. No podemos negar que sentimos un duelo permanente y a veces desemboca en lágrimas y en tristeza, pero inmediatamente volvemos a coger fuerza para el siguiente capítulo".

Santiago y Mayte se casaron el 6 de julio del 2008 en una preciosa boda ibicenca, rodeados de sus amigos y familiares, 400 en total. Pronto llegó Sofía, su primera hija, y después los trillizos, Martina, India y Santi. Ellas han vivido en primera persona la lucha de su hermano: "Mis hijas, a día de hoy, son felices. Echan de menos a su hermano, pero son felices porque desde el principio decidimos protegerlas, pero no mantenerlas al margen. Les íbamos contando lo que estaba pasando, pero decidí crear una historia, que era el cáncer, pero con bichitos que se meten en el cuerpo y que el cuerpo de Santi estaba luchando para matar a esos bichos malos", ha relatado Mayte. "Ellas se sumaban a la lucha y a la ilusión de que su hermano pudiese sanarse hasta el día que yo ya sabía que no se iba a curar y entonces el cuento dio la vuelta".