En 2012 fue inaugurada una de las infraestructuras más ambiciosas de la red nacional de carreteras, la variante de Despeñaperros. Este megaproyecto de ingeniería integrado en la Autovía del Sur (A-4) que une Ciudad Real con Andalucía supuso una inversión histórica de 226 millones de euros por parte del Ministerio de Transportes.
La construcción se extiende a lo largo de 9,4 kilómetros, de los cuales el 73 por ciento discurre por viaductos y túneles de alta complejidad. Destacan los 12 viaductos (algunos de hasta 580 metros de longitud y 45 metros de altura) y cinco túneles excavados bajo el parque natural (el mayor de ellos mide 1.925 metros).
Para que la infraestructura se adaptara a la difícil orografía de la zona se emplearon palomas prefabricadas, sensores para controlar vibraciones y sistemas ecológicos para la fauna. Los estándares ambientales fueron tales que llegaron a ser reconocidos y premiados por institutos nacionales.
Construcción de Despeñaperros.
Esta variante de Despeñaperros marcó un antes y un después para los vecinos de la provincia de Ciudad Real. El nuevo trazado ha reducido los tiempos de desplazamiento entre Ciudad Real y el norte de la provincia de Jaén en hasta nueve minutos por trayecto.
Además, suprimió los históricos puntos negros de este paso donde abundaban las curvas peligrosas y los accidentes. Desde su apertura, la siniestralidad ha caído en más de un 60%.
Variante de Despeñaperros.
Actualmente, más de 24.000 vehículos circulan cada día por esta carretera que ha situado a Ciudad Real como puente estratégico entre la meseta y el sur de España.
La transformación no ha sido solo física, sino también económica y social. Los viaductos y túneles impulsaron el crecimiento de sectores logísticos, agroalimentarios y turísticos. En contraposición, los pequeños negocios que se nutrían del paso de la antigua carretera tuvieron que reinventarse para atraer nuevos clientes.
Túneles de Despeñaperros.
A nivel técnico y medioambiental, la variante de Despeñaperros se ha convertido en ejemplo de obras públicas sostenibles. El Ministerio junto a empresas e ingenieros han trabajado en la restauración paisajística, creación de pasos de fauna y reforestación para minimizar el impacto sobre el Parque Natural, garantizando la conservación de especies.
Este megaproyecto es hoy símbolo inequívoco del progreso compartido entre Castilla-La Mancha y Andalucía. Una obra que ha transformado la vida de miles de personas y que sigue marcando el presente y el futuro de la provincia de Ciudad Real.
