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En los últimos años, decenas de hosteleros de nuestro país han sido estafados con el famoso método del "corte de luz" donde los delincuentes se hacen pasar por una compañía eléctrica, llaman a los propietarios y les amenazan con cortarles el suministro con los daños y pérdidas que eso les supone.

La última víctima en la provincia de Toledo ha sido Tomás Vázquez, propietario de un restaurante en Gálvez que se ha puesto en contacto con EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha para denunciar lo ocurrido. El pasado viernes 10 de octubre lograron sustraerle casi 2.700 euros tras chantajearle con un corte de luz inminente que habría arruinado todo su género del fin de semana.

Todo comenzó a las once de la mañana con una llamada. Al otro lado del teléfono, una mujer que se identificó como empleada de la empresa Factor Energía. Para ganarse la confianza de Tomás, se dirigió a él por su nombre completo, le facilitó su número de DNI y su dirección.

La estafadora le informó de un supuesto "problema en el sistema de cobros" que había dejado sin pagar una factura de septiembre, a pesar de que el propio hostelero toledano sabía que estaba abonada.

Para poner contra las cuerdas al propietario, la mujer le intimidó con un corte de suministro inminente. "Me dijo que a las 11:30 horas había una orden de corte inmediato sino pagaba", explica Vázquez.

El miedo y los nervios se apoderaron del galveño, que se desplazó urgentemente a su entidad bancaria. "Si me cortan la luz, me arruinan mi negocio", confiesa.

Una vez allí, los timadores le indicaron que realizara una transferencia con carácter urgente por valor de la supuesta factura impagada. Tras hacer el primer ingreso, la mujer le aseguró que se había equivocado al introducir la referencia y que debía hacer un nuevo pago, prometiéndole una devolución instantánea de la primera transferencia.

Esta táctica se repitió varias veces, en total Tomás realizó cuatro movimientos bancarios que sumaron casi 2.700 euros. "Me tenían al teléfono todo el rato para que no llamase a la compañía. Algo me estaba sonando mal, pero tenía miedo de que fuese verdad y me cortaran la luz", lamenta.

Después de lo ocurrido, el hostelero galveño contactó con su comercial de Factor Energía, quien le confirmó que todo apuntaba a una estafa. Tras esperar hasta el lunes por la devolución prometida, que nunca llegó, la propia compañía le confirmó que había sido víctima de un fraude por suplantación de identidad.

Tomás ya ha puesto el caso en manos de la justicia y en los próximos días presentará la denuncia correspondiente ante la Guardia Civil. Su testimonio puede alertar a otros propietarios de restaurantes y evitar que caigan en la misma trampa.

"Te meten el miedo en el cuerpo y paga sí o sí. Me gustaría que esto se sepa y que no le vuelva a ocurrir a nadie más", concluye.