La destacada colección de arte de Roberto Polo dice adiós a Castilla-La Mancha casi una década antes de lo previsto. Las obras, que se exhibían en el Centro de Arte Moderno y Contemporáneo, con sedes en Toledo y Cuenca, dejarán la región después de que el Gobierno autonómico y el coleccionista hayan puesto fin de mutuo acuerdo a su convenio.
La portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, ha confirmado este miércoles la finalización del convenio, firmado en 2017 y materializado en 2018, lo que permitió en 2019 la apertura del museo con sus dos ubicaciones: la antigua iglesia de Santa Cruz en Cuenca y el convento de Santa Fe en Toledo.
Según Padilla, la decisión se ha tomado porque “no se podía avanzar más” y ambas partes consideraron que el proyecto ya había cumplido su ciclo en la región, generando un valor cultural notable. La salida de las obras se debe a los “intereses del coleccionista”, que busca llevarlas a otros lugares, y al Gobierno de Castilla-La Mancha, que ve una “oportunidad” para renovar su oferta artística.
Oportunidad para nuevos creadores
El presidente autonómico, Emiliano García-Page, anunciará próximamente los nuevos proyectos para ambas sedes, que ya están muy avanzados y que buscan “dar oportunidad a nuevos creadores”, ha informado Padilla.
Durante los seis años que ha estado abierta, la colección ha recibido a más de 171.000 visitantes, ha cifrado la portavoz del Ejecutivo autonómico. Solo en el último año, los espacios de Toledo y Cuenca atrajeron a cerca de 26.000 personas, de ellas 5.800 en la capital regional.
Padilla ha indicado que, una vez Roberto Polo decida a qué ciudad quiere llevar su colección, habrá un plazo de tres meses para transportar las obras, en lo que colaborará el Gobierno regional, pero la fecha no está definida.
