Este lunes comenzarán a poner multas los 32 nuevos radares -7 fijos y 25 de tramo- que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado en las últimas semanas en las carreteras españolas.
Entre las 11 comunidades autónomas en las que la DGT ha decidido incorporar nuevos dispositivos de control de velocidad, se encuentra Castilla-La Mancha. Concretamente tres de estos nuevos cinemómetros se encuentran en carreteras de la provincia de Toledo y todos ellos son de tramo.
Uno se encuentra instalado entre los puntos kilométricos 91,62 y 93,55 en la N-401a, dentro del término municipal de Ajofrín.
El segundo de los radares de tramo también ha sido ubicado en una carretera convencional de doble sentido, la N-403. En este caso, entre los puntos kilométricos 48,99 y 52,38 en Escalona.
El único de los tres que afecta a una vía de alta capacidad es el que ya funciona en la A-5 entre los kilómetros 83,70 al 85,35 sentido Extremadura, en el término municipal de Santa Olalla.
Periodo de información
Durante cerca de un mes, estos dispositivos han estado activos pero no han puesto sanciones. Los conductores que han sobrepasado el límite en estos lugares, han recibido una carta informativa advirtiéndoles de que han sido captados por un radar con exceso de velocidad.
Eso sí, con la llegada del mes de septiembre, los vehículos que superen la velocidad máxima permitida serán sancionados y recibirán una multa con el importe correspondiente, según avisa la DGT.
