Isabel G. Villota
Publicada
Actualizada

En las alturas de uno de los templos más emblemáticos de Toledo, la iglesia de San Juan de los Reyes, hay un inquilino inesperado que desafía el tiempo: un globo con forma de Pikachu colgado de las bóvedas del monasterio "desde, al menos, el año 2007".

La presencia del personaje de Pokémon no ha pasado desapercibida para los visitantes del monumento ni para usuarios de redes sociales, que cada cierto tiempo rescatan la historia con humor.

Así lo recordaba este martes un miembro de X (antes Twitter), quien con frecuencia hace referencia a esta escena surrealista, generando numerosas reacciones. El tuit más reciente ha superado ya las 100.000 visualizaciones.

Aunque se desconoce el origen exacto del globo, lo cierto es que ha sobrevivido a eventos y a los años. Esa resistencia es precisamente la que ha llevado a muchos ciudadanos a proponer, en tono irónico, que se declare Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima distinción de protección patrimonial en España.

Entre los comentarios no faltan los llamamientos a los bomberos para que lo rescaten, teorías sobre cómo llegó hasta allí, e incluso referencias a la resistencia temporal del elemento: “El niño que perdió el Pikachu terminó Ingeniería de Caminos y ya está casado”, bromeaba otro tuitero.

Pero el caso del Pikachu toledano no es único. Como añadía una usuaria en respuesta al hilo, en la iglesia de La Peregrina (Pontevedra) hay otro globo atrapado en las alturas, esta vez de la popular cachorrito Bluey, aunque este debe llevar menos tiempo porque los dibujos son de 2018.