El Ayuntamiento de Toledo proyecta extender la instalación de toldos a otros barrios de la ciudad tras el éxito de la iniciativa puesta en marcha este verano en la calle del Comercio, una de las arterias principales del Casco Histórico.
Así lo ha confirmado el concejal de Promoción Económica y Empleo, Juan Marín, quien ha señalado que el objetivo es "seguir dando respuesta a las demandas vecinales en materia de confort urbano y adaptación al calor".
Entre las zonas donde se plantea replicar la colocación de estas telas de sombra figuran el Paseo de Federico García Lorca, en el barrio del Polígono, la calle de Santo Tomé, en el entorno histórico, y otras áreas residenciales de Toledo, aún por definir, según el estudio técnico de viabilidad que prepara el consistorio.
“Queremos que esta solución no se limite solo al centro, sino que beneficie a otros barrios donde no hay arbolado suficiente o donde las condiciones urbanas requieren alternativas para hacer más llevadero el verano”, ha explicado Marín, quien ha adelantado que el año que viene será el personal municipal el que instale los toldos, ya que han pasado a ser propiedad del Ayuntamiento.
Toldos
Con un presupuesto inicial de 40.000 euros, esta primera fase ha permitido cubrir la calle del Comercio desde Zocodover hasta las Cuatro Calles, pasando por la plaza de Solarejo, con telas en tonos ocres y beis que respetan la estética del Casco. “No se han instalado toldos en algunos tramos para no interferir con la vista de la torre de la Catedral”, ha matizado el edil.
El concejal ha recordado además otras experiencias positivas, como los toldos impulsados por comerciantes en la calle Martín Gamero o los instalados por las mujeres de “Azucaica Teje” en la plaza de ese barrio, que también han vuelto a colocarse este verano.
Toldos instalados en el Casco Histórico de Toledo
En esa línea, el Ayuntamiento apuesta por seguir ampliando este tipo de intervenciones, siempre que lo permitan los recursos presupuestarios, “porque se ha demostrado que son bien recibidas, mejoran la experiencia de quienes viven o pasean por estas calles y ayudan a combatir el calor extremo en una ciudad como Toledo”, ha concluido Marín.
