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Hablar del carnaval en Toledo es hablar de la Peña del Rey Moro, un colectivo formado por amantes de esta fiesta que cada año se disfrazan de diferentes temáticas para llenar las calles de la ciudad de humor, color e imaginación. "No solo buscamos divertirnos nosotros, sino entretener a la gente que viene a vernos", cuenta Benito Páramo, uno de los fundadores.

La Peña del Rey Moro cumplirá este año 40 ediciones animando con sus disfraces y creaciones a los toledanos. Nació en 1986, con apenas una decena de miembros -hoy alcanza los 35-, y en sus primeros desfiles consiguió dos primeros premios, dos segundos y un tercero con temáticas como 'Coches eléctricos', 'San Fermín', 'Tribu Masai', 'Escuela Antigua' y 'Ambiente Playero'.

Sin embargo, en 2012 decidió reinventarse y centrarase únicamente en pasárselo bien, cambiando el desfile por un lugar fijo del Casco Histórico en el que bailar y disfrutar de su amor por esta fiesta, ya fuera en una tómbola, un cabaret parisino o un patio cordobés.

"Teníamos que elegir entre salir en el desfile o pasárnoslo bien, y optamos por lo segundo", cuenta Lola Vázquez, presidenta del colectivo, que asegura que "nuestra idea no es lucirnos, sino pasar un rato divertido e invitar a todo aquel que quiera a que se una a nosotros".

"Somos una gran familia"

De hecho, cada año son más las personas que se suman a esta peña. Las últimas, Paloma y sus amigas, que conocían al grupo "de toda la vida", pero nunca se habían animado a dar el paso. "Siempre les veíamos con disfraces muy originales, pasándoselo de escándalo, y nos quedábamos con ellos toda la noche. Era lo más divertido que había en la ciudad", cuenta la toledana, que se ha unido al Rey Moro este año. 

Javier Longobardo

"Está siendo una experiencia increíble. Es un espacio muy intergeneracional, con gente de todas las edades que es como una gran familia, y un ambiente muy divertido y diverso en el que se habla de todo. Todo el mundo tiene cabida independientemente de su ideología, de dónde venga o de los años que tenga. Todo un ejemplo de conviviencia", cuenta.

Según explica Paloma, "no solo es un grupo carnavalero, sino una red de gente de Toledo que ayuda a hacer ciudad". "Sabemos que nos tenemos los unos a los otros para apoyarnos y ayudarnos en lo que sea", dice. 

"La acogida es maravillosa"

Una idea que también comparte María de Mar Nodal, integrante de la peña desde hace cinco años. "Es increíble cómo te acogen. No ves una mala cara y eso me parece admirable con tanta gente. Y, después, verlos trabajar es una maravilla. Su ingenio, la forma de dibujar, pintar, preparar todo... Es extraordinario", relata. 

María del Mar decidió apuntarse porque su hermano era miembro desde hacía muchos años y también conocía a otros integrantes. "Siempre me había picado el gusanillo. Veía que era gente súper simpática y con mucho compañerismo, y no me lo pensé", dice. 

Javier Longobardo

Javier Longobardo

Preparación y montaje

La preparación siempre arranca el mismo día. El primer fin de semana después de Reyes todo el grupo queda para proponer temáticas. Después de varias votaciones, llegan a un acuerdo y elaboran el primer boceto del 'trasto', como lo llaman ellos, en una servilleta.

Aunque en las últimas ediciones se han ido adhiriendo a la peña nuevos socios, el peso de la construcción sigue recayendo en los 'históricos', que en sus ratos libres se afanan en dar lustre a la carroza. Además, se reparten los roles que cada uno va a acometer durante la noche para preparar el disfraz. Como explica Lola, el espíritu es "coger un personaje y hacerlo tuyo". 

Javier Longobardo

Javier Longobardo

En los días previos, además de poner a punto el 'trasto' y los disfraces, los componentes de la peña también preparan la intendencia de la noche, bebidas y bocadillos para las alrededor de 50 personas que forman parte de la comparsa. Más allá de los 35 peñistas, se unen una veintena de amigos y familiares que también participan en gastos y fiesta.

La temática: fiestas de pueblo

Este año, la temática será 'Fiesta de pueblo' y, como no podía ser de otra forma, habrá una gran charanga ficticia. "Pondremos música y simularemos que tocamos instrumentos que hemos hecho nosotros. La carroza será el balcón del ayuntamiento de un pueblo en fiestas y todos los personajes estarán relacionados con eso", cuenta Luis Balairón, otro de los fundadores.

De momento, no harán nada especial para celebrar el 40 aniversario, pero sí colgarán un gran cartel en la carroza para anunciarlo. "Es una cifra importante. Empezamos a echar la vista atrás y han pasado muchísimos años. Solo esperamos que la peña tenga continuidad", señala Benito Páramo, que asegura que "nuestro principal objetivo es pasarlo bien y que la gente también se divierta".