Preocupación entre los vecinos de Seseña (Toledo) por la construcción, entre los tres núcleos urbanos que conforman el municipio, de una planta en la que se fabricarán hasta 80 000 toneladas de aglomerado asfáltico en caliente cada año para abastecer a proyectos tanto de obras públicas como privadas.
Las obras comenzaron la pasada semana en el polígono industrial San Isidro, concretamente en tres parcelas ubicadas junto a la calle Centeno, a tan solo 650 metros de las viviendas más cercanas y a poco más de un kilómetro del instituto 'Las Salinas' o del parque infantil de Seseña Nuevo.
"Estamos completamente en contra y vamos a hacer lo que haga falta para paralo", puede leerse en un escrito publicado por los afectados en la plataforma Change.org, donde en tan solo cinco días ya han recogido más de 2 000 firmas contra la planta de aglomerado asfáltico, una cifra más que considerable teniendo en cuenta que en Seseña es un municipio en el que residen 30 000 personas.
Olores, contaminación y enfermedades
La inquietud de los firmantes reside en el hecho de que la fábrica promovida por la empresa Pavasal, dedicada a la construcción y conservación de obra civil e industrial, se vaya a levantar justamente entre tres los núcleos de población -Seseña, Seseña Nuevo y el Quiñon-, "pudiendo ocasionar olores, contaminación y varios tipos de enfermedades a todos los vecinos del municipio".
Un desasosiego que ha obligado al Ayuntamiento de la localidad toledana, que linda con el sur de la Comunidad de Madrid, a publicar un comunicado en las redes sociales tratando de tranquilizar a los seseñeros "ante la alarma generada".
Según la información transmitida el pasado 15 de febrero por el Consistorio, la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Castilla-La Mancha ha emitido un "informe favorable" en cuanto a la actividad de la planta y su ubicación, "estableciendo que no tiene efectos significativos para el medio ambiente siempre que se cumplan las medidas recogidas en el proyecto".
Pese a ello, el Ayuntamiento de Seseña ha garantizado a los vecinos que, "como no puede ser de otra manera, velará por el cumplimiento de la normativa vigente, asegurando que la actividad se desarrolle dentro de los parámetros establecidos en el informe ambiental".
Miles de toneladas
En dicho informe, que fue firmado el pasado mes de octubre por el director general de Calidad Ambiental del Gobierno de Castilla-La Mancha, consta que la planta diseñada por Pavasal tendrá una capacidad de producción de 80 000 toneladas anuales y utilizará 76 000 toneladas de áridos y 4 000 toneladas de betún al año, además de 9,6 toneladas de gasoil y 400 toneladas de fuel-oil.
El proyecto ocupará una superficie de 28.296,23 metros cuadrados, incluyendo áreas de almacenamiento de áridos, caminos interiores asfaltados y zonas destinadas a la producción y pesaje de los materiales. La planta de producción en sí misma ocupará 580,14 metros cuadrados, mientras que el área de acopio de áridos se extenderá sobre 4.019,66 metros cuadrados.
Para su funcionamiento contará con un grupo electrógeno de 735 KVA y un depósito de fuel de 60 000 litros, y se estima que la actividad generará un tránsito diario de 15 camiones bañera transportando mezclas de asfalto. Se prevé, además, que entre un 10 y un 20 % del material empleado provenga del fresado de carreteras, contribuyendo así a la reutilización de materiales en la construcción.
Medidas correctoras
Pese a todo, el informe de la Dirección General de Calidad Ambiental, dependiente de la Consejería de Desarrollo Sostenible, determina que el proyecto no requiere someterse a una Evaluación de Impacto Ambiental Ordinaria, siempre que se cumplan las condiciones y medidas correctoras con las que se trata de minimizar su impacto medioambiental.
En cuanto a la calidad del aire, la planta contará con un sistema de filtrado de mangas para capturar el polvo y purificar los gases emitidos en el proceso. Para reducir la emisión de polvo y ruido, se ha establecido un límite de velocidad de 20 km/h para los camiones dentro de las instalaciones, además del uso de lonas y el riego de caminos en días de viento.
En términos de integración paisajística, se instalará una pantalla vegetal con especies autóctonas para minimizar el impacto visual de la infraestructura.
La actividad estará sujeta a informes anuales de seguimiento ambiental durante sus primeros tres años de operación. Además, la gestión de residuos deberá realizarse siguiendo las normativas vigentes, exigiendo que aquellos considerados peligrosos sean tratados por empresas autorizadas.
Oposición total
Sin embargo, todas estas medidas parecen no ser suficientes para los vecinos de Seseña, que ya han dejado patente su descontento en las redes sociales del Consistorio con decenas de mensajes.
La planta se levantará entre tres núcleos de población.
"Tened bien claro que los vecinos no vamos a dejarnos engañar y haremos todo lo necesario para evitar que se instale tan cerca de las viviendas"; "como ciudadanos nos debemos movilizar hasta que se pare este nuevo y demencial proyecto, que nos afectará a nosotros y a nuestros hijos"; "estupendo está que vengan empresas que hagan crecer a Seseña, pero este tipo de empresas cuanto más fuera del núcleo urbano mejor"; o "no queremos empresas contaminantes cerca de nuestros hogares", han sido algunos de ellos.