El estudio informativo del nuevo trazado de la línea de alta velocidad Madrid-Extremadura a su paso por Toledo señala que apostar por la construcción de la segunda estación del AVE en el polígono industrial para evitar así construir el viaducto sobre el Tajo a la altura de Safont puede provocar un daño colateral para los toledanos: el cierre a medio plazo de la estación neomudéjar de Santa Bárbara.
La advertencia técnica aparece reflejada en el apéndice 13 del estudio informativo, documento en el que se evalúa el impacto patrimonial que el paso de la nueva línea de alta velocidad generará en la capital regional.
“Un riesgo adicional de la alternativa ‘Toledo Exterior’ sería la posibilidad de que en un futuro se decidiese prescindir del actual trazado de penetración en Toledo y de la estación urbana, lo que supondría un evidente detrimento del servicio ferroviario y una transferencia asociada de viajeros a la carretera, contraria a los compromisos establecidos con los objetivos de desarrollo sostenible”, asegura el informe.
Pegas al 'Toledo Exterior'
Los inconvenientes de la alternativa ‘Toledo Exterior’, que incluye la construcción de la segunda estación que defiende la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha’, van más allá del coste del mantenimiento de dos edificios, ya que también se generan algunas disfunciones en el propio servicio ferroviario.
“Si bien con la alternativa ‘Toledo Exterior’ se aleja el paso del ferrocarril del centro de la ciudad se pierde la posibilidad de que los trenes de Talavera de la Reina, Extremadura y/o Lisboa pudieran efectuar parada en la estación actual, bien situada y que permite el acceso peatonal tanto para los residentes de la capital regional como para los turistas”, subraya el documento firmado por el responsable de la Evaluación de Impacto Patrimonial asociada al Estudio Informativo, que se encuentra en fase de información pública.
El informe agrega que el hecho de que la proyectada nueva estación del Polígono en la alternativa ‘Toledo Exterior’ se convierta en la única parada posible para los trenes pasantes hacia Extremadura “resultaría también desfavorable para los viajeros con destino Toledo”. “La razón es que se verían obligados a transbordar a otro modo de transporte -autobuses, taxis o vehículos privados- para llegar a la ciudad, lo que reduciría sensiblemente el atractivo y la competitividad del ferrocarril”, argumenta el documento que "la experiencia de la estación ‘Camp’ de Tarragona entre las poblaciones de Reus, Tarragona y Valls es un ejemplo al respecto”.
Otro de los inconvenientes de la alternativa ‘Toledo Exterior’ frente a la denominada ‘Toledo Central’, por la que apuesta el estudio informativo aprobado provisionalmente por el Ministerio de Transportes, es que impide “cualquier tipo de sinergia” entre la línea de alta velocidad Madrid-Extremadura y el actual servicio Avant entre la capital de Castilla-La Mancha y la de España. “Además, los trenes Avant podrían verse forzados a efectuar una parada adicional en su recorrido, incrementando su tiempo de viaje un 15%, lo que supone una pérdida de atractivo con respecto a otros modos de transporte”, concluye el informe.
Recogida de firmas
Para evitar el cierre a medio plazo de la estación de ferrocarril, la Plataforma en Defensa de la Estación de Toledo ha reactivado una recogida de firmas en change.org para salvar la estación histórica de Toledo.
“Si se construye una segunda estación desviando la línea del centro de la ciudad no sólo se dilapidará el dinero público innecesariamente, sino que se causará un enorme perjuicio a los viajeros, ya sean usuarios habituales, puntuales o turistas”, señala el cuerpo de la petición que pone un ejemplo.
Un Avant que realice el trayecto entre Madrid y Toledo o entre Talavera y Toledo, cuya duración está prevista en 25-30 minutos, vería incrementado en ambos casos “el tiempo real de viaje en al menos otra media hora, si se suma el tiempo de desplazamiento por carretera desde la lejana estación nueva al centro de la ciudad o viceversa, más el tiempo del transbordo”.