Con todas las miradas puestas en el cielo por la amenazante lluvia, que ha dado cierta tregua, Toledo ha celebrado este jueves su Corpus Christi, una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional. La Custodia de Enrique de Arfe ha podido lucir todo su esplendor bajo un cielo nublado poco común en el Día Grande de la capital castellano-manchega.

La lluvia matutina, las tímidas gotas en la salida de Custodia de la Catedral y la lluvia más intensa a la llegada a la plaza de Zocodover ha hecho que disminuya la afluencia de público con respecto a otros años. La posibilidad de precipitaciones no ha sido la única alarma de la jornada, ya que ha habido cierto revuelto con la caída de uno de los caballos que estaba procesionando.  

Sin embargo, en líneas generales, el cielo ha respetado y los toledanos, visitantes y fieles han podido admirar la grandiosidad de la Custodia procesionando por las engalanadas calles, donde el olor a tomillo y romero han acompañado durante toda la mañana a los allí presentes.

La Custodia brilla por Toledo

La jornada ha comenzado a las 8 horas de la mañana, con el disparo de las bombas reales. La lluvia ha dado un respiro sobre las 10 horas, coincidiendo con el comienzo de la Misa en rito Hispano Mozárabe en el Templo Primado.

Durante el acto, el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha defendido que "la Eucaristía es la locura de Dios para que no estemos nunca solos", afirmando que "Toledo no se entiende sin el Corpus".

A las 11.51 horas, la Custodia de Arfe ha salido por la Puerta Llana de la Catedral, acompañada por el sonido de las salvas y las notas del himno de España. La brillante joya de orfebrería ha hecho su entrada triunfal en la plaza de Zocodover a las 12.38 horas, momento en el que también ha aumentado la afluencia de público. Allí se ha vivido uno de los momentos más emocionantes de la mañana, cuando la Custodia ha traspasado el Arco de la Sangre, momento en que Cerro Chaves ha expresado que "a Jesús se le encuentra en la Eucaristía, en los caminos y en la vida".

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Tras una breve bendición, la Custodia ha emprendido de nuevo el camino hacia la Catedral entre los aplausos y "vivas" de los centenares de personas que se encontraban admirándola.