Un total de 23 cámaras controlarán que solo los vehículos autorizados puedan acceder a la nueva zona de bajas emisiones de Talavera de la Reina (Toledo), que abarcará un total de 0,625 kilómetros cuadrados del Casco Histórico de la ciudad cuando se encuentre plenamente desarrollada en 2030.

Así lo ha adelantado el concejal de Contrataciones y Seguimiento de las Concesiones, Luis Enrique Hidalgo, que en una rueda de prensa ha informado de que el Consistorio talaverano va a invertir 1.358.344 euros en la ejecución de las dos primeras fases del proyecto, que se encuentra en periodo de licitación.

La empresa adjudicataria tendrá un plazo de diez meses para ejecutar los trabajos, por lo que las dos primeras fases de la zona de circulación restringida -solo podrán acceder los vehículos con cualquier etiqueta ambiental de la DGT- comenzarán a funcionar a lo largo del próximo año 2023.

El concejal Luis Enrique Hidalgo en la sala de prensa del Ayuntamiento de Talavera de la Reina.

Objetivos

El objetivo de la zona de bajas emisiones es contribuir a la mejora del aire medioambiental reduciendo la emisión de CO2, promover un trasporte más sostenible, reducir el tráfico y fomentar la eficiencia energética, entre otros.



En Talavera de la Reina hay en la actualidad 53.000 vehículos, de los cuales el 33 % no tiene el distintivo medioambiental, aunque para 2030 el equipo de Gobierno ha estimado que, con las ayudas a la renovación de vehículos no contaminantes, la implantación de la zona de bajas emisiones no supondrá un problema ni económico ni de acceso

Poner en marcha una zona de bajas emisiones es una de las exigencias de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que establece que los municipios de más de 50.000 habitantes deben delimitar esas zonas para mitigar la contaminación de los vehículos en los centros urbanos.