En el amplio catálogo de conductas incívicas hay una que se repite en todas las ciudades. ¿Quién no ha pisado alguna vez un chicle que otro desconsiderado ha tirado antes al suelo? Es algo muy desagradable... y también costoso.

Para que eso ocurra lo menos posible y para mantener limpias las calles, el Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo) va a poner en marcha en los próximos díasuna campaña exclusiva, que durará algo más de un mes, para quitar restos de chicles en el pavimento de la ciudad.

Así lo ha anunciado el concejal de Política Medioambiental Sostenible, Sergio de la Llave, que ha dejado un dato para la reflexión: "Un chicle cuesta 5 o 10 céntimos, pero al Ayuntamiento le cuesta cerca de un euro quitarlo del suelo". Y es que teniendo en cuenta la maquinaria específica que hay que utilizar y los salarios del personal de limpieza dedicado a este fin hacen que la retirada del chicle cueste hasta 20 veces más de lo que el maleducado vecino ha pagado por él en la tienda.

Por todo ello, el concejal talaverano ha enviado un mensaje apelando a la responsabilidad ciudadana para no tirar chicles al suelo, una acción que puede "llegar a realizarse de forma inconsciente", pero que "puede arreglarse con un gesto tan sencillo como depositarlo en una papelera o contenedor".

De la Llave, además, ha subrayado que esta campaña se realiza en esta época del año porque las labores se dificultan con la llegada del calor, además de perjudicar mucho en temas de salubridad y dando una "imagen nefasta en las calles".

La actuación se centrará, especialmente, en zonas peatonales o de mayor tránsito de personas, como San Francisco, Plaza del Reloj, entorno calle Trinidad y otras plazas y espacios de encuentro repartidos por toda la ciudad.