El 'Abrigo de La Malia' es un yacimiento emplazado en el término municipal de Tamajón (Guadalajara) donde un grupo de arqueólogos que trabaja sobre el lugar ha encontrado diferentes vestigios correspondientes tanto al Paleolítico Superior como a las Edades del Bronce y del Cobre.

Los trabajos todavía continúan y es posible que sigan ofreciendo buenas noticias para la ciencia, pues cuando los investigadores coordinados por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) -radicado en Burgos- comenzaron a hacer las primeras catas en las proximidades Tamajón no se podía pensar que se iban a encontrar restos tan antiguos en la zona, ha señaldoa el Consistorio en nota de prensa.

En la faceta arqueológica, capitaneada por los investigadores Nohemi Sala y Adrián Pablos, "la relevancia de estas excavaciones radica en los periodos en los que se encuadra, comprendidos entre la extinción de los neandertales y la llegada a la meseta de los primeros Homo sapiens", ha señalado Pablos.

Restos de utillaje y animales

Ha añadido que durante el Paleolítico Superior se distinguía "un gran vacío" en el ámbito mesetario, al sur de la Cordillera Cantábrica, "y lo poco que había, estaba muy dudoso", pero el yacimiento tamajonero del 'El Abrigo de La Malia' ha comenzado a ofrecer información de esta época "en una zona en la que, hasta ahora, no existía nada de información", ha subrayado.

"De ahí brota su relevancia", ha proseguido Pablos, quien ha señalado entre los hallazgos más reseñables del emplazamiento ejemplos de utillaje lítico -cuchillos de piedra-, atribuidos a los primeros Homo sapiens que habitaron en la meseta. Asimismo, "hemos encontrado restos de animales consumidos por estos primeros humanos del centro peninsular", ha ampliado el codirector del yacimiento.

El proyecto de investigación de Tamajón está adscrito al CENIEH, pero cuenta con la colaboración de diversas entidades, entre las que figuran universidades nacionales y extranjeras, el Institut Català de Paleoecología Humana y Evolució Social (IPHES), y el ayuntamiento guadalajareño.

Cabe reseñar la cofinanciación de la Junta de Castilla-La Mancha, el CENIEH y el propio Consistorio, y gracias a toda esta implicación se está dando continuidad a las investigaciones arqueológicas emprendidas en la década de 1990 en la Cueva de los Torrejones.

Centrado en dos periodos

Se está centrado en dos periodos, por un lado el Paleolítico Superior, correspondiente a los primeros poblamientos de Homo sapiens, del que se esperan encontrar evidencias antiguas de esta especie y, de hecho, "ya tenemos algunos resultados preliminares, que nos invitan a ser optimistas", se ha explicado desde la dirección científica.

Así, se ha encontrado utillaje lítico correspondiente a la época -cuchillos y azagallas- y también resto óseos de animales que les sirvieron de alimentos, entre lo que se encuentran huesos de caballos, ciervos, bóvidos tipo uro, conejos o corzos.

Además, los científicos ya han descrito otros vestigios significativos correspondientes a etapas más recientes y han encontrado elementos de la Edad del Cobre y de la del Bronce, mucho más cercanos en el tiempo.

Por tanto, correspondientes "a los agricultores y ganaderos de la época, que ya fabricaban cerámicas y que se encontraban asentados en el territorio y cuyo desempeño corresponde con el Calcolítico y con la Edad del Bronce", ha completado Adrián Pablos.

El equipo que codirigen por Adrián Pablos y Nohemi Sala está integrado por una treintena de personas, procedentes de diversas disciplinas y entre las especialidades representadas en las excavaciones están la geología, la antropología, la arqueología, la paleontología o la antropología.