El obispo de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, ha tenido un recuerdo especial en el día en que cumple 9 años al frente de la Diócesis con un recuerdo "en estos duros momentos" ocasionados por la epidemia del coronavirus para los trabajadores y voluntarios de Cáritas que estos días cuidan de las personas sin techo, llevan comida a quienes viven solos en sus casas y acogen a quienes acuden cada día a sus oficinas esperando consuelo y comprensión.
El día en el que se cumple el noveno aniversario de su toma de posesión como obispo, ha instado a que "entre todos", cada uno en la medida de sus posibilidades, colabore para la erradicación de la pandemia del coronavirus, y a los creyentes les ha pedido que no cesen en sus oraciones por los enfermos, los difuntos y por la paz de sus familias, ha señalado en declaraciones a Europa Press.
"Son momentos muy duros humana, psicológica y espiritualmente para todos" porque la epidemia del coronavirus "está sembrado desconcierto, miedo y, sobre todo, mucho sufrimiento en el mundo entero", lo que incluye esta diócesis, ha subrayado.
El obispo ha recordado como bastantes personas conocidas y queridas han experimentado el contagio, y si bien en algunos casos se han recuperado, en otros han tenido que vivir "la impotencia de no poder acompañarles durante su ingreso en el hospital ni en la despedida final".
En medio de "tanto dolor y sufrimiento", cree que también hay que dar las gracias a todos aquellos que dedican estos días su tiempo en los hospitales, al trabajo de las Fuerzas de Seguridad y al de todos esos trabajadores que están en sus puestos para servir a los demás, además de a los voluntarios.
"Aunque, en ocasiones, nos duela el corazón y nos asalte la incomprensión, hemos de seguir colaborando todos en la medida de nuestras posibilidades a la erradicación de la pandemia", ha aseverado.
Ante la llegada de la Semana Santa y al imposibilidad de reunirse en los templos y de participar en los desfiles procesionales, como ocurría en años anteriores, ha pedido a los creyentes que encuentren algún momento para la oración aunque será una nueva y distinta forma de vivir estos momentos.
Además, invita a todos aquellos que tengan la oportunidad, a "seguir los oficios litúrgicos por medio de la televisión, de la radio y de las nuevas tecnologías".
En referencia a sus nueve años en la diócesis, además de las numerosas actividades pastorales de catequesis, formación, caritas y de las celebraciones litúrgicas, ha recordado el 850 aniversario de la apertura al culto católico de la catedral de Sigüenza y los 500 años de la concesión a la Ciudad de Molina de especiales privilegios para la celebración de la Inmaculada Concepción mediante bula pontificia.
Paralelamente también ha reseñado la importancia de la convocatoria del Sínodo diocesano, y aunque ahora, debido a esta epidemia, ha quedado postergado, se retomará, ha afirmado.
Según Rodríguez, la participación en las distintas etapas de su celebración ha superado todas las previsiones, lo que a su juicio se traduce en que, en muchos diocesanos, existe una preocupación y un interés por participar en la búsqueda de nuevos caminos y de nuevos métodos para seguir impulsando la misión evangelizadora de las parroquias, de las asociaciones de fieles y de los movimientos apostólicos.
El 2 de abril de 2011 llegó a la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara monseñor Atilano Rodríguez Martínez. Se cumplen, por tanto, nueve años de la toma de posesión e inicio de su ministerio episcopal al servicio de la comunidad católica de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara.
Tras el solemne acto tenido en la catedral de Sigüenza en aquella tarde del primer sábado de abril, al día siguiente, también por la tarde, celebró su primera eucaristía en la concatedral de Guadalajara.
Nacido en el pueblo asturiano de Trascastro en 1946, es sacerdote desde 1970 y obispo desde 1996. Como sacerdote sirvió en las diócesis de Oviedo y de Zaragoza; y como obispo, antes de llegar a nuestra diócesis, fue obispo auxiliar de Oviedo (1996-2003) y obispo de Ciudad Rodrigo (2003-2011). En la CEE, preside la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción Humana.