El camino vecinal entre las localidades conquenses de Arcas y Villar de Olalla ya ha sido reabierto al tráfico, una vez rellenada la dolina de grandes dimensiones aparecida en la zona, que han estudiado los técnicos del Instituto Geológico y Minero de España.



Así lo ha comunicado este miércoles el Ayuntamiento de Arcas (Cuenca), que ha recordado que, tras la aparición de ese fenómeno natural a finales de 2019, el tráfico se cerró en un tramo de 500 metros, por seguridad, el 10 de enero de 2020.



Desde entonces, los vecinos han tenido que desplazarse, bien a través de la capital o usando el camino de tierra de la Olmedilla para transitar entre las dos localidades afectadas.



La oquedad apareció en una zona dentro de la Reserva Natural del Complejo Lagunar de Ballesteros, entre los términos municipales de Arcas, Villar de Olalla y Valdetórtola.



A lo largo de estos meses, técnicos municipales, de la Diputación Provincial, del Instituto Geológico y Minero y una empresa especializada han realizado estudios de la zona afectada, ha agregado la nota.



En concreto, los técnicos han utilizado drones, submarinos, georradares o perfilómetros, entre otros, para aclarar el origen de esta dolina.



Los datos obtenidos permiten volver a abrir el camino, “una vez rellenada la dolina y retirados los elementos de cierre".



No obstante, el Ayuntamiento de Arcas ha apuntado que va elaborar un plan de vigilancia y mantenimiento de esta zona de tráfico rodado, “para tratar de garantizar la seguridad del tránsito, ante este tipo de fenómenos”.



La depresión, de una profundidad de unos 4 metros y un diámetro de cerca de 7, según se informó en su momento, apareció a menos de 2 kilómetros del casco urbano de Arcas del Villar.