Hace unos meses, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan presentaba en las Bodegas Alort de la localidad su nuevo vino, 'Hideputa'. Se trata de un tinto cabernet, de crianza y envejecido 12 meses en barrica francesa de tostado medio que, desde ese momento, se ha regalado a todas las personalidades del mundo cervantino que han visitado el pueblo. 

Sin embargo, según han informado este lunes los cervantistas alcazareños, la Oficina de Patentes y Marcas "ha censurado y tachado de vulgar a Miguel de Cervantes" denegando el registro de la marca. "Lo que no consiguieron en el siglo XVII ni la Inquisición, ni el Consejo Real, lo ha hecho en el siglo XXI un estamento oficial español", han señalado.

La Sociedad Cervantina ha indicado en nota de prensa que, tras solicitar el registro de este nombre mediante el expediente M4127953, la OEPM ha determinado que la denominación “es contraria a la Ley, al orden público o a las buenas costumbres, toda vez que el distintivo incorpora en su conjunto una calificación denigratoria, que cabe considerar de atentatoria a las buenas costumbres, incluso si está extendida en el lenguaje vulgar”.

Inspirado en un fragmento de Don Quijote

No obstante, desde la Sociedad han recalcado que el nombre de este vino fue elegido para "promocionar y difundir la obra cervantina". Según han explicado, se inspiraron en un fragmento de Don Quijote en el que Sancho Panza mantiene una conversación sobre el vino que están degustando llamándolo "Hideputa", al propio tiempo que lo alaba por su calidad, por ser de Ciudad Real y por tener algunos años de ancianidad.

"Nos pareció un nombre muy cervantino, muy significativo del Quijote y, sobre todo, identificativo del buen catador que era Sancho, que lo explica perfectamente en el libro diciendo: «Confieso que no es deshonra llamar hideputa a nadie cuando cae debajo del entendimiento de alabarle» ¡Es prosa de Miguel de Cervantes!", han destacado.

Desde la Sociedad Cervantina han denunciado que un estamento oficial censure y tache de vulgar "al mejor escritor que en todos los tiempos ha tenido nuestra lengua" cuando "ni el Consejo Real ni los estamentos religiosos impidieron a Cervantes que el Quijote viese la luz en 1605".

Por ello, a pesar de que esta marca no será oficialmente registrada, han señalado que seguirán utilizándola para "ser coherentes con su obra" y para "perpetuar la memoria de nuestro querido Miguel de Cervantes".