El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha lamentado la "vida vegetativa" que caracteriza la legislatura, una alusión a la parálisis que atenaza al Gobierno de Pedro Sánchez y que se visibiliza en sus recurrentes derrotas parlamentarias.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha lamentado que el escenario de estancamiento sea "el mismo que la semana pasada o hace quince días". Al mismo tiempo, ha vaticinado un agravamiento de la debilidad del Gobierno.
"Supongo que los de Junts se van a terminar cabreando porque la impresión que se están llevando es de que no se les toma en serio", ha detallado Page. La pasada semana, los militantes de la formación independentista votaron la ruptura con el Gobierno.
La inviabilidad del mandato que Sánchez amarró en el otoño de 2023 -tras comprometerse con la amnistía- se concreta en la falta de Presupuestos Generales del Estado. Sin cuentas y sin poder aprobar las principales medidas con las que concurrió a las elecciones, la acción del Gobierno languidece.
Se trata de una denuncia recurrente de Page, una apreciación en la que asegura que no está solo. "En España hay mucha gente que lo piensa", ha añadido el presidente autonómico.
La posibilidad de que Sánchez trate de repetir al frente de la presidencia del Gobierno "es lo normal", ha comentado el toledano. Sin embargo, el actual inquilino de la Moncloa afronta "un contexto complicado que tiene muchísimo que ver con el ambiente de corrupción que se está empezando a generalizar".
Según Page, la cascada de presuntas irregularidades que cercan al Gobierno y al PSOE, también al propio presidente, amenaza el futuro del partido que ambos comparten. "Sufrimos la incomprensión social", ha lamentado.
Para contener el contagio, Page ha pedido "levantar un muro contra la corrupción y los corruptos dentro del Partido Socialista", una medida que se convertiría en la respuesta a esa "sensación de generalizar" que acecha a centenares de cargos y afiliados.
Como medidas para restablecer la "confianza" y señalar ante la opinión pública a aquellos que, supuestamente, han utilizado al PSOE como lavadora para blanquear dinero sucio", Page ha pedido "no solo querellarse, sino marcar toda la distancia posible".
Page contempla esta doble vía judicial y política en el caso de Leire Díez, una militante que "ni a mí ni a la inmensa mayoría de los militantes ha representado nunca". Una eventual querella del PSOE contra la conocida como fontanera dejaría "muy claro" que el PSOE "está en el otro lado".
El responsable autonómico ha dicho que "no se puede especular ni manejar con ambigüedad" esta situación. Según Page, con la tibieza "avanza la tesis de que más o menos todos somos lo mismo y hay que ser absolutamente tajante".
