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Castilla-La Mancha inicia una nueva fase de seguridad sanitaria. A partir de este lunes, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación aplicará un refuerzo preventivo para la gripe aviar. Esta activación se produce ante la constatación de un aumento del riesgo por la proliferación de casos en aves silvestres en Europa, sumado a los movimientos migratorios y el descenso de temperaturas.

Dichas medidas afectan a 1.199 municipios en España, de los cuales 18 se localizan en Castilla-La Mancha por haber sido clasificados como zonas de especial riesgo y vigilancia.

Los puntos se encuentran en Andalucía (197), Aragón (128), Canarias (1), Cantabria (31), Castilla y León (250), Castilla-La Mancha (18), Cataluña (224), Comunidad de Madrid (16), Comunidad Valenciana (138), Extremadura (99), Galicia (40), Islas Baleares (14), La Rioja (6), Navarra (12), País Vasco (6), Principado de Asturias (8), Región de Murcia (11), Ceuta y Melilla.

Prohibido criar al aire libre

En estas 18 localidades de la región, las explotaciones avícolas deben cumplir con restricciones estrictas. La principal es el confinamiento de las aves de corral, ya que se prohíbe la cría al aire libre. La autoridad competente podrá autorizar el mantenimiento exterior únicamente si se instalan telas pajareras o cualquier otro dispositivo que impida la entrada de aves silvestres.

Además, las aves tendrán que alimentarse y abrevarse en el interior de las instalaciones o en refugios para evitar el contacto con la fauna silvestre. Queda terminantemente prohibido dar agua procedente de depósitos accesibles a aves silvestres, salvo que sea tratada previamente. Otras prohibiciones incluyen la restricción de utilizar pájaros de ciertos órdenes como señuelo, la cría de patos y gansos con otras aves de corral, y la presencia de aves en centros de concentración, incluidos certámenes ganaderos o exhibiciones.

Para el resto del territorio que no está incluido en las zonas de riesgo, el Ministerio recuerda la necesidad de extremar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas. El objetivo es evitar el contacto con aves silvestres, reforzar la vigilancia pasiva y notificar de forma inmediata cualquier sospecha de enfermedad a los servicios veterinarios oficiales.

Agricultura recuerda que las comunidades autónomas, dada su competencia en sanidad animal, tienen la capacidad de determinar medidas complementarias para reforzar la protección contra la enfermedad en sus regiones.