Publicada
Actualizada

A la luz del cine no es solo un festival: es una declaración de amor por el arte, la memoria y los paisajes de Castilla-La Mancha. Esta iniciativa de los hermanos Valle y Ramón Duro regresa a Consuegra los días 25 y 26 de julio para hacer del cine un acto colectivo de emoción, belleza y pertenencia.

Bajo el cielo estrellado y entre los molinos del Cerro Calderico, el público vivirá proyecciones como nunca antes: con una gran pantalla de 10 metros, sonido de calidad y una atmósfera cuidada al detalle. "No es solo una proyección, es una experiencia estética y emociona algo que se queda contigo"; afirma emocionado uno de los organizadores, Roberto Valle.

El proyecto crece este año también en ambición, impacto y programación, con una tercera cita el 2 de agosto en Guadamur, a los pies de su castillo medieval, como parte de su deseo de "llevar el cine de calidad a los rincones más rurales pero con encanto".

"A la luz del cine nació para emocionar", recuerda María Luisa Rodríguez, alcaldesa de Consuegra. "Nuestra respuesta fue inmediata y entusiasta, porque este evento suma la magia del paisaje al poder transformador del cine".

Concebido desde lo local pero con aspiraciones grandes, el festival se nutre del compromiso de sus creadores Carlos y Roberto Valle, además del apoyo de Ramón Duro. Estos tres amantes del cine apuestan por esta iniciativa que une cultura, identidad y desarrollo rural.

Cultura viva

El proyecto cuenta con el respaldo de instituciones como la Diputación de Toledo, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Consuegra, la Universidad regional, el Grupo de Desarrollo Rural Montes de Toledo y medios como Castilla-La Mancha Media.

Desde la Diputación, el diputado de Cultura, Tomás Arribas, subraya el propósito de “acercar la cultura a todos los rincones, especialmente al medio rural”. La Diputación ha aportado alrededor de 15.000 euros, a los que se suman otros apoyos públicos y privados, permitiendo que un evento tan complejo “pueda llevarse a cabo un evento de tales dimensiones por personas autónomas y sobre todo jóvenes”.

Programación

Este año se van a proyectar, entre otras, las obras en formato cortometraje del cineasta alcazareño Hugo de la Riva, y también se proyectarán los tráiler de las películas ‘Solo pienso en ti’ y ‘La boda’, dos producciones castellanomanchegos que se estrenarán en cines a final de año.

La apertura de puertas en el caso de las proyecciones en Consuegra será a las 21:00 horas y se podrá disfrutar de la gastronomía y del entorno hasta que empiecen las proyecciones a las 22:00. Las entradas ya están disponibles para los días 25 y 26 de julio a través de internet.

Cine con futuro

“Aunque todo apunta a que en veinte años las salas físicas de cine desaparecerán, nosotros peleamos justo contra eso”, reivindicó Valle durante la presentación. “Llevamos al medio rural un cine técnicamente impecable, con contenido de calidad que no suele llegar a las carteleras comerciales”.

La viceconsejera de Cultura, Carmen Teresa Olmedo, añade que desde el Gobierno regional “se han triplicado este año las ayudas al festival”, destacando que “la creatividad y el talento que se quedan en el territorio son los que generan verdadero cambio”. Desde 2019, Castilla-La Mancha ha invertido más de 2 millones de euros en producción cinematográfica.

Ciudad del cine

A la belleza del cerro y sus molinos se suma el deseo de convertir Consuegra en un enclave estratégico para el cine en Castilla-La Mancha. “El año pasado tuvimos 1.400 asistentes. Este año vamos a superarlo, sin duda”, augura la consejera, que también alaba el carácter turístico del evento.

“No tenemos playa, pero tenemos patrimonio, gastronomía, música, cine y cultura viva”, asegura. Castilla-La Mancha se ha convertido ya en el tercer destino turístico de interior del país, y festivales como este confirman su potencia como polo cultural.

Semilla que crece

El sueño de A la luz del cine es, como su documental premiado, una semilla. Su ambición no es solo ofrecer proyecciones, sino que cada pueblo que lo acoja “plante su propia semilla de cine”, como dice Valle. Un modelo de festival que no impone, sino que inspira.

A la luz del cine

Y así, con luz, emoción y molinos, Castilla-La Mancha reafirma que el cine también puede nacer en lo alto de un cerro, proyectarse sobre el alma de un pueblo, y quedarse para siempre en quienes lo viven.