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Después de un domingo tórrido en el que se superaron los 40 ºC en diversos puntos de España, la atmósfera comienza a mostrar signos de cambio. Una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), formada días atrás en el Atlántico subtropical, se aproxima a la Península y será la responsable de un notable giro meteorológico.

Así lo ha informado este lunes Samuel Biener, experto de Meteored, que ha indicado que en esta primera mitad de semana las tormentas irán ganando protagonismo frente al calor sofocante.

Aunque no se esperan grandes acumulaciones de lluvia de forma generalizada, sí podrían darse aguaceros intensos, rayos, vendavales y pedrisco en varias comunidades.

En lo que queda de lunes se espera el desarrollo de células tormentosas, especialmente en zonas del interior peninsular. En Castilla-La Mancha, podrían registrarse acumulados superiores a los 15-20 litros por metro cuadrado, sobre todo en áreas montañosas del sureste de la región.

El riesgo de granizo y rachas intensas de viento, conocidas como reventones, será elevado, particularmente en el tercio norte del país.

Además, Biener ha alertado del riesgo de incendios forestales en esta jornada debido a las condiciones secas previas y a los vientos fuertes que pueden acompañar a las tormentas.

Martes y miércoles, los días más críticos

El martes, el centro de la DANA se situará frente a las costas de Lisboa, favoreciendo una fuerte inestabilidad atmosférica. Las tormentas se desarrollarán en amplias zonas del interior y norte peninsular, con una notable actividad eléctrica. Castilla-La Mancha, junto a otras regiones como Madrid, Castilla y León, La Rioja y Navarra, estará entre las más afectadas.

El miércoles, con el núcleo de la baja más cerca y siendo absorbido por una vaguada, las tormentas ganarán aún más organización e intensidad. El modelo de Meteored prevé la formación de supercélulas, líneas de turbonada y sistemas convectivos capaces de dejar precipitaciones torrenciales, pedrisco y reventones.

Descenso térmico

Con la llegada de la DANA, se espera un alivio en las temperaturas, especialmente en la mitad occidental de la Península y en el norte, donde ya no se alcanzarán los 40 ºC registrados en jornadas anteriores. En el litoral mediterráneo y Baleares, sin embargo, los termómetros podrían mantenerse altos o incluso subir ligeramente antes de estabilizarse hacia el jueves.

Aunque el episodio remitirá progresivamente a partir de mediados de semana, todavía podrían registrarse tormentas aisladas en sistemas montañosos. Las lluvias quedarán restringidas al extremo norte peninsular, mientras que Canarias permanecerá ajena a esta situación.