El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ha reclamado diligencia a los dirigentes nacionales del PSOE para atajar las sospechas que rodean a la cúpula del partido y el Gobierno central. "Hay que parar esta hemorragia peligrosísima; me hace sentir mucho bochorno", ha indicado.
El responsable del Ejecutivo regional ha tildado de "drama" las escenas protagonizadas en las últimas horas por Leire Díez y Víctor de Aldama. "Dije hace unos días que había que marcar total distancia", ha recordado Page.
El barón ha urgido a los máximos responsables de su formación a "romper por completo la dinámica con todo este tipo de especulaciones y comentarios". La sucesión de filtraciones y comentarios desagrada al único presidente autonómico socialista que gobierna con mayoría. "Es todo absolutamente esperpéntico".
Para Page, "los problemas empiezan cuando uno mete en su círculo y entre sus amistades a gente que graba todo". El presidente de Castilla-La Mancha se ha referido a estas personas próximas a determinados cargos como "gente que desde el minuto uno tiene un comportamiento absolutamente criminal".
La acción de la justicia, según ha señalado Page, emerge como "un antídoto a la impotencia colectiva que generan todas estas informaciones".
El responsable del Gobierno regional ha negado cualquier fiabilidad a Díez, quien ha comparecido ante los medios, sin preguntas, en Madrid. "No me creo para nada lo que dice esta señora".
Al mismo tiempo, ha expresado su deseo de que la 'fontanera' haya abandonado el partido "voluntariamente, porque si no se le hubiera expulsado".
De Aldama, un empresario investigado y relacionado con el exministro José Luis Ábalos, ha dicho que "es una bomba de racimo que va a ir explotando y va a hacer explotar muchas otras". Como en anteriores comparecencias, Page ha insistido en que "van a aparecer muchas más grabaciones; hay pruebas, se lo dijo al juez".
Lento y largo desgaste
En estos días, circulan "muchos testimonios que podrán o no valer luego en un pleito, pero que finalmente te destrozan a nivel de opinión pública", ha lamentado el presidente castellanomanchego.
"Daría lo que fuera porque saliera mañana todo; es una tortura tremenda estar a la espera, a la espera de mil amenazas de gente que ya ha cumplido unas pocas", ha añadido.
El responsable autonómico ha reclamado "información real y veraz para aclarar todos los hechos". La situación genera una sensación social de "estupor, agarrotamiento y no saber qué se puede hacer".
El malestar ciudadano que Page ha advertido se relaciona con la inacción de la cúpula socialista. "Llevo diez años echando en falta algo de autocrítica", ha finalizado.