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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha rodeado este martes del mundo del toro en el Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de la Junta, para conceder en Toledo el Premio Nacional de Tauromaquia en su nuevo formato tras la decisión de suspender el galardón adoptada el pasado año en medio de la polémica por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun.

Tras la deliberación del jurado, el Premio Nacional de Tauromaquia 2024 ha recaído en el director de cine Albert Serra y en la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, siendo la primera vez que este reconocimiento se entrega ex aequo al producirse un empate entre ambas opciones en las cuatro votaciones por parte del jurado, informa Europa Press.

El Premio Nacional de Tauromaquia se entrega en España, como se sabe, desde el año 2013, impulsado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para reconocer a la tauromaquia como una "discplina artística" y dotado con 30.000 euros.

Encuentro del mundo del toro en el Palacio de Fuensalida de Toledo.

Page como impulsor

Como se recordará, Page anunció que impulsaría la recuperación de este Premio Nacional desde que el galardón dejó de ser impulsado por el Ministerio de Cultura y empezó a ser apadrinado por nueve comunidades autónomas: Castilla-La Mancha, Andalucía, Cantabria, Murcia, Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Madrid y Castilla-León-, junto al Senado y la Fundación Toro de Lidia.

El presidente de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, ha sido el encargado de leer el fallo del jurado, destacando que la deliberación ha estado "muy peleada" y con una votación "muy disputada", razón por la que por primera vez hay un doble ganador en estos premios.

En concreto, Albert Serra recibe este honor por su película 'Tardes de soledad', en la que "a través de un lenguaje cinematográfico arriesgado" explora la tauromaquia como rito y al torero como "héroe contemporáneo". En cuanto a la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, es reconocida en el 120 aniversario de su creación por su "defensa y promoción del toro bravo" contribuyendo al mantenimiento de "una tradición ancestral".

Amplia mayoría

Por su parte, Page ha lamentado una vez más la decisión "sectaria y populista" que a su entender adoptó el ministro de Cultura, al suprimir este premio y ha confiado en que en el futuro pueda volver a incorporase al resto de galardones que entrega el Ministerio, informa Efe.

Para el presidente castellano-manchego, la democracia es "la participación de todos, de mayorías y de minorías, pero la decisión de mayorías" y por ello, ha considerado que el Ejecutivo, si bien debe escuchar "todas las opiniones y sensibilidades", debe conducirse "con la ética de las mayorías".

En este sentido, García-Page se ha mostrado convencido de que "entre los aficionados, los medio aficionados y la gente que respeta el mundo del toro aunque no tenga la voluntad de ver una corrida o asistir a un evento", suman una "amplia mayoría".

"Una cosa es escuchar, atender, ser permeable y otra es que termine mandando la minoría, porque no deja de ser una minoría quien puede plantear de manera sectaria la desaparición del toro en España", ha afirmado García-Page, que ha recordado que la decisión "populista y electoralista" de suprimir el premio nacional de tauromaquia se "tomó a las puertas de las elecciones europeas".

Y ante esa "imposición de una opinión minoritaria", García-Page ha celebrado que hubo una reacción "en cadena" de gobiernos autonómicos y del Senado.

Otro momento del encuentro.

Absurdo

Con todo, ha confiado en que esta forma del premio nacional de tauromaquia sea "transitoria", ya que ha solicitado que estos galardones vuelven a incorporarse a todos los premios que otorga el Ministerio de Cultura, y que son unos treinta.

"Es un poco absurdo cuando las cosas se hacen con telarañas intelectuales", ha opinado García-Page, que ha defendido que la tauromaquia no generó controversias durante la Transición, que fue una época de "consenso y acuerdo" e incluso ha afirmado que es propio de una "sociedad moderna" la defensa de la propia identidad, como este caso lo es la cultura del toro.

El presidente castellano-manchego también ha puesto de manifiesto la importancia socioeconómica del sector en la región, ya que el mundo del toro genera en la comunidad autónoma unos 10.000 empleos, entre directos e indirectos, y ha subrayado que Castilla-La Mancha, donde "en muchos pueblos desaparecerían las fiestas patronales si desaparecieran los festejos taurinos", hay once escuelas taurinas.

Por su parte, el presidente de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, también ha afeado la decisión que "de forma sectaria" adoptó Urtasun al "abolir, quitar, suspender" el premio nacional de tauromaquia, una medida tomada "de manera unilateral" que provocó una reacción "tremenda" de la sociedad civil, que se plasmó en una iniciativa para recuperar los premios, que se han fallado este martes.