El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha calificado de "desafortunadas" las palabras del líder nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, tras el atentado terrorista en Algeciras en las que afirmó que "un católico nunca mataría en nombre de su religión". Asimismo, ha afirmado que "el fanatismo puede campar en cualquier tipo de sociedad".

"Ahora toca entender con mucha claridad que pese al atentado no hay conflicto de civilizaciones, ya que los que asesinan son personas. Hay que trabajar por evitar el odio religioso y social. Estaré siempre contra el fanatismo, sea del tipo que sea".

[Así celebró el yihadista de Algeciras el asesinato del sacristán tras perseguirle por la plaza: el vídeo]

Además, ha expresado que "es evidente que ahora mismo, en el mundo, el yihadismo organizado plantea problemas que no han de derivar en un rechazo a la comunidad islámica porque sembrar odio produce más odio".

El presidente castellano-manchego ya condenó este jueves el ataque terrorista perpetrado en varias iglesias de Algeciras. Además de pedir "serenidad y calma", recordó que tras los atentados del 11-S, hubo "mucha presión para que El Vaticano hiciera una especie de pronunciamiento casi de guerra entre religiones". "Fue un alivio que hiciera exactamente lo contrario. Lo digo por si la deriva nos lleva a este tipo de reflexiones".

Contra el planteamiento de Feijóo

Las declaraciones del líder del Ejecutivo castellano-manchego llaman la atención teniendo en cuenta que García-Page siempre se ha mostrado muy cercano a Núñez Feijóo, con el que ha compartido públicamente muchos de sus planteamientos.

[García-Page convulsiona la política: se sale del discurso duro de Sánchez y defiende a Feijóo]

Ninguno de los dos ha escondido nunca esta sintonía institucional y personal. El pasado mes de septiembre, Pedro Sánchez llamó al líder popular "insolvente" y García-Page reaccionó afirmando que no fue acertado. Y es que esta afinidad es bidireccional, ya que en numerosas ocasiones Núñez Feijóo ha valorado positivamente a García-Page, haciendo pública su idea de que "sería bueno que influyese más en el PSOE nacional".