La entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en 2023 afectará a un 32 % del parque automovilístico español. En el caso de Castilla-La Mancha, la ciudad más afectada será Talavera de la Reina, con un 36,7 % de coches con más de 20 años.

Según EFE, los datos proporcionados este jueves por la plataforma de motor Sumauto indican que casi cuatro millones de vehículos no tienen etiqueta medioambiental.

ZBE

En la región, más de 25.000 vehículos que circulan por municipios están obligados a tener una ZBE en 2023, de los que 84.000 coches verán comprometida su circulación al no disponer de etiqueta. Esta normativa entrará en vigor en seis ciudades de la región, que aglutinan el 27 % de la población total de la comunidad.

A Talavera le siguen Albacete con un 35,2 %, Cuenca (34,6 %), Guadalajara (30,4 %) y Ciudad Real (29,8 %), mientras que Toledo (26,2 %) es la ciudad con el menor ratio de coches de más de 20 años.

Resto de España

Canarias tiene el porcentaje más alto de coches sin estas etiquetas y ciudades de su autonomía como Santa Cruz de Tenerife (44,1 %), Arrecife, en Lanzarote (43,7 %), San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife (43,4 %) y Arona, en Tenerife (41,7 %). Después, se encuentra Orense, con el 41,7 % de sus coches y Ponferrada, junto con León capital, con un 39,6 % de vehículos sin etiqueta.

El portavoz de Sumauto, Ignacio García Rojí, ha afirmado que "nos encaminamos hacia una movilidad discriminatoria a dos energías, en la que se restringe la circulación a una parte de la población con menos recursos y capacidades de adaptarse a los nuevos paradigmas mecánicos impuestos legalmente".

Asimismo, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) pidió el pasado 10 de octubre al Gobierno ampliar un año el plazo de implantación de estas zonas, tras alegar que no se había aprobado el real decreto que fijará los requisitos mínimos que deberán cumplir.