Hacía tiempo que una serie de televisión no tenía tanto impacto en las audiencias como la popular ficción de Netflix El Juego del Calamar. Ni tampoco tanta polémica debido a la violencia descarnada de las imágenes en casi todos los capítulos.

La serie ha pasado de fenómeno televisio a fenómeno social por las implicaciones que está teniendo entre jóvenes y adultos. Muchos de estos últimos plantean que no deben verla los niños bajo ningún concepto. 

En la serie, los participantes se enfrentan a seis juegos infantiles. Los que superan las pruebas pasan a la siguiente ronda y el resto son eliminados, acribillados a balazos en la mayor parte de los casos. No está recomendada para menores de 16 años, pero es evidente que la están viendo menores muy por debajo de esa edad. De hecho, varios colegios e institutos han informado de que los niños de 8, 9 o 10 años están recreando las pruebas de la serie en los recreos, lo cual probaría que la están viendo.

"Nos dimos cuenta hace un par de días de que los niños de 8 y 9 años ( 3°-4° de Primaría) estaban jugando a lo que en apariencia parecía el juego de Un, dos, tres, pollito inglés. Al fijarnos mejor vimos que se trataba del juego luz roja, luz verde de la serie El juego del calamar. Juego con cancioncita incluida y disparos simulados a los participantes, cayéndose al suelo simulando estar muertos, como en la serie". Señala la cuenta de Twitter @Piruletadementa citada por Onda Cero, que advierte que más de la mitad de alumnos reconocieron haber visto la serie.

Y de ellos la mitad con sus padres y otros solos en sus teléfonos móviles. Esto hace preguntarse a muchos qué es más grave, que unos padres permitan a sus hijos ver con ellos una serie con un contenido como este; o bien que sus hijos tengan un teléfono con acceso al contenido que quieran sin ellos enterarse.

El debate sobre el móvil a determinada edad de los niños no tiene fondo, y aunque la mayoría de los padres se oponen en teoría, en la práctica hay pocos menores que a partir de los 8 o 9 años no tengan uno de estos aparatos, imprescindible ya en la vida de los adultos.

Hay más casos concretos en los que han reaccionado en los colegios. En un centro escolar de San Sebastián de los Reyes, en Madrid, han enviado una carta a los padres tras detectar estos juegos en los recreos de los alumnos: "Las imágenes y valores trasmitidos en esta serie pueden perjudicar seriamente a los niños y las niñas en la etapa de infantil y primaria", h,an advertido en el comunicado.

Lógicamente esto no solo ocurre en España. En Bélgica, las Escuelas Comunales de Erquelinnes, según ha recogido también Onda Cero, han emitido un comunicado en el que se muestran preocupados: "nuestros estudiantes se divierten jugando 1-2-3 soleil (el nombre del escondite inglés en francés), y tal y como ocurre en la serie el perdedor o perdedora es golpeada. Estamos muy atentos para que este juego malsano y peligroso no se produzca. Contamos con su apoyo y colaboración para que sus hijos tomen conciencia de las consecuencias que esto puede tener. Es obvio que el juego está permitido pero se sancionará a los niños que continúen practicando este juego y golpeen a otros niños".

En Reino Unido, la Policía ha descubierto una convocatoria en redes sociales para recrear el juego. Las reglas señalan que a los eliminados se les dispararía en la cara con una pistola de aire comprimido.