El Gobierno de Castilla-La Mancha casi ha duplicado el número de altos cargos en solo cuatro años, según ha denunciado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que critica que "mientras los empleados públicos de la región continúan sin recuperar muchos derechos, el presidente del Ejecutivo -el socialista Emiliano García-Page- ha utilizado su mayoría absoluta a modo de rodillo para crear una administración clientelar paralela".

Para sostener tal afirmación, el sindicato mayoritario de la función pública en Castilla-La Mancha ha recurrido a los datos aportados por el Portal de Transparencia regional, que en 2017 publicó por primera vez la relación de altos cargos de la Junta de Comunidades y sus retribuciones. Ese año, el Gobierno autonómico empleaba a 76 altos cargos, que en su conjunto cobraron salarios por valor de 4.823.625,8 euros. En 2021, la lista de altos cargos se ha elevado a 137, cuyos emolumentos suponen un gasto anual para las arcas de la Junta de 8.910.056,12 euros.

Discriminación

"Estos altos cargos, que disfrutan de una generosa nómina y que han sido nombrados a dedo, suponen una discriminación directa hacia el resto de empleados públicos de la Junta de Comunidades que han accedido a sus puestos de trabajo mediante un proceso que garantiza la igualdad, mérito y capacidad", añade CSIF, que exige al presidente regional, Emiliano García-Page, que reduzca la "estructura institucional" de la Administración y ponga fin "a la partidista utilización de los fondos públicos".

"Debería abandonar las políticas de anuncios, autobombo y autocomplacencia y dedicarse a lo verdaderamente importante: a luchar por mejorar las condiciones laborales, económicas y sociales de todos los castellanos-manchegos, algo que no ha conseguido mejorar en sus seis años al frente del Gobierno regional", finaliza CSIF refiriéndose a García-Page.