El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que la Constitución Española es un antídoto a los fanatismos y ha defendido su reforma, siempre y cuando esa revisión no suponga darle "una voltereta".

Así lo ha señalado durante el acto institucional con motivo del 39 aniversario de la Constitución Española, que ha tenido lugar en las Cortes de Castilla-La Mancha, donde ha abogado por "trabajar y mejorar" la Carta Magna, para blindar los derechos sociales, como la sanidad o la educación. A este acto han acudido numerosos miembros de la sociedad regional.

El presidente ha afirmado que no hay que tener cobardía para abordar su modificación, pero tampoco se está "obligado a hacerlo" y, si esa reforma se lleva a cabo, ha continuado, ha de ser garantizando la protección social y el Estado del Bienestar.

"Los grandes conflictos que hemos tenido como pueblo están perfectamente resueltos en la Constitución", ha subrayado García-Page, para quien "el precio de la convivencia no puede ser la resignación de una parte de España, cuando otros llaman derechos históricos a privilegios económicos".