Una muy reciente resolución "histórica" del Consejo de Transparencia que este lunes publica el periódico El Debate va a obligar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a desvelar todos los detalles de sus vacaciones y estancias en fincas y palacios del Estado, entre ellos la finca toledana de los Quintos de Mora en Los Yébenes. Sánchez tendrá que comunicar las personas que le han acompañado en cada uno de estos periodos de vacaciones entre agosto de 2020 y diciembre de 2023, así como el gasto público que todo ello ha supuesto para el contribuyente español.

Hasta el momento, Sánchez ha ocultado esta información amparándose en que se trata de su vida privada, pero el Consejo de Transparencia ha entendido que deben hacerse públicos todos los detalles al tratarse de un gasto de las arcas del Estado. El presidente del Gobierno ha disfrutado al menos de 88 días en trece momentos distintos a lo largo de esos casi tres años y medio, y lo ha hecho en la finca de los Quintos de Mora, Las Marismillas, en Doñaña (Huelva), y La Mareta en Lanzarote, donde ha pasado temporadas tanto en verano como en Navidad.

La última estancia, de hecho, tuvo lugar en la finca toledana de Los Yébenes en las pasadas Navidades, cuando Sánchez se desplazó en Nochebuena con su familia a este bello rincón de los Montes de Toledo y dónde también celebró la Nochevieja. El presidente ha visitado los Quintos de Mora tanto en estancias privadas como en actos oficiales e institucionales, como el encierro con todo su Gobierno que celebró el fin de semana del 13 y 14 de enero de este mismo año, en el que participaron todos sus ministros.

Otras estancias constatadas de Sánchez en esta finca de Toledo tuvieron lugar los fines de semana del 30 de julio de 2021, el 28 de agosto y la Navidad de ese mismo año, además de otras visitas el 28 y 29 de mayo de 2022, el 15, 16 y 17 de julio de ese mismo año y, de nuevo, en las fechas señaladas de la Navidad. El presidente del Gobierno y su familia son ya habituales de los Quintos de Mora en los días navideños en los últimos años.

De esta forma, la finca toledana que era conocida como "el rancho de Aznar", en alusión a las visitas del que fuera presidente del Gobierno, José María Aznar, se ha convertido ahora en "el rancho de Sánchez", que lo utiliza habitualmente para visitas públicas o privadas. Según la citada información, el presidente deberá ahora informar públicamente de sus acompañantes y los gastos ocasionados en virtud de la resolución 0074/2024, fechada el pasado 23 de enero, del Consejo de Transparencia. El código ético del PSOE también obliga a hacer este ejercicio de transparencia y que todos los españoles conozcan cómo utiliza el presidente esas dependencias del Estado, con qué fines y cuántos gastos origina.

Como se sabe, Quintos de Mora se ha convertido en uno de los lugares de referencia para los diferentes presidentes del Gobierno en democracia. El propio Sánchez lo ha elegido para retiros privados con sus allegados como el de estas navidades y también para encuentros oficiales como el que mantuvo con el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg en mayo de 2022. Aquí también reunió por primera vez en 2020 a los miembros de su primer Gobierno de coalición.

Pero si por algo es recordado este lugar es por la visita que llevó a cabo en 2001 José María Aznar junto al entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush. En los prolegómenos a la invasión de Irak, el entonces presidente americano se refirió a este lugar como "el rancho de Aznar". Bush no fue el único líder mundial que pasó por esta finca próxima al Parque Nacional de Cabañeros en aquellos años. Jacques Chirac (Francia), Tony Blair (Reino Unido) o Benjamin Netanyahu (Israel) fueron otros de los mandatarios internacionales que acompañaron a Aznar a la famosa finca toledana.

Los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero también utilizaron esta finca, aunque no lo hizo Mariano Rajoy durante su mandato en la Moncloa.