Es algo tremendamente llamativo. Castilla-La Mancha sigue a la cabeza como la comunidad autónoma más inflacionista de España. Es la región, junto a la ciudad autónoma de Melilla, en la que más suben los precios, un 6,9 % en la tasa interanual de febrero, especialmente de los alimentos básicos, y esta circunstancia no es puntual sino que se mantiene a lo largo de los últimos meses con una persistencia que está llamando mucho la atención. 

Tanto los sindicatos, como algunos partidos políticos y otro tipo de organizaciones miran los datos y no salen de su asombro. La preocupación es muy alta. La inflación interanual se situó en febrero en el 6,9 % en Castilla-La Mancha y fue el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas el más inflacionista, con una subida espectacular y escandalosa de los precios del 17,5 % respecto al mismo mes del año pasado.

Sirva la valoración del sindicato UGT de Castilla-La Mancha como ejemplo de esta preocupante situación. Según Isabel Carrascosa, secretaria de Política Sindical y Empleo de este sindicato, la situación es "preocupante y alarmante", sobre todo en el caso de la subida de los alimentos básicos, por encima de la media nacional. 

Productos básicos como el azúcar (52,6 %), el aceite de oliva (33,5 %), la leche entera (33,2 %) registran tremendas subidas de precio que son inasequibles para buena parte de la sociedad castellano-manchega, y ese es un elemento de inquietud importante para muchos. Otros alimentos que suben con fuerza son las legumbres y las hortalizas que, según UGT, "están por las nubes". La situación es realmente sorprendente y para muchos inesperada, sobre todo por la prologanción en el tiempo.

En Castilla-La Mancha, además de la subida del 17,5 % de los precios de los alimentos en febrero de este año en comparación con el pasado, aumentaron los precios de las bebidas alcohólicas y el tabaco un 8,7 %; el vestido y el calzado un 5,2 %; el menaje subió un 7,9 %; el transporte un 2,6 %, las comunicaciones un 2,7 %; el ocio y la cultura el 3,1 %; la enseñanza el 2,3 % y los hoteles, cafés y restaurantes subieron los precios y un 8,4 %. En tasa interanual solo bajó el precio de la vivienda un 5,3 % en Castilla-La Mancha.

Por tanto, el bolsillo de los castellano-manchegos está perdiendo mucho poder adquisitivo en el último año y eso demuestra, tal como explica Carrascosa, "cómo las reducciones en el IVA de los alimentos no están teniendo el impacto esperado, ya que este grupo continúa liderando la presión al alza de los precios". Desde varios sectores se considera que esta situación está poniendo en peligro la viabilidad de muchos hogares en Castilla-La Mancha. Los precios han subido, además, en las cinco provincias castellano-manchegas, sobre todo Guadalajara y Toledo.