La Pregunta

¿Qué tenía que ver con la región el brutal testimonio que ofreció ayer Carlos Herrera?

25 mayo, 2017 00:00

Carlos Herrera inició este miércoles su programa Herrera en Cope relatando en el primer editorial de madrugada el caso estremecedor del hombre de 81 años que murió a causa de un puñetazo que le propinó un conductor de 19 años. Ese anciano era Ramón Lorenzo. Y era de Albacete.

Herrera además consiguió llevar a su programa a uno de los hijos, llamado también Ramón, que ofreció un testimonio profundamente humano y conmovedor sobre la trágica muerte de su padre, la cual ha indignado a España entera. Entre otras cosas, el hijo de la víctima relató que tanto él como sus dos hermanos están en shock, aún no se creen lo que ha sucedido, “esto ha sido un palo”.

Su padre acababa de superar un ictus que le dejó paralizada la parte izquierda de su cuerpo, había sufrido además varias caídas y tenía los 'achaques' propios de su edad. “Se tenía que morir de viejo, pero así no”, lamentó. En la entrevista con Herrera, el hijo de la víctima contó que su padre era “un luchador y una persona querida en el barrio”. “Conocía a todo el mundo, iba a por el pan, el periódico y acompañaba a mi madre, que tiene alzheimer grado tres”.

Reconoció que en esos momentos estaba tan desorientado que “no se lo que espero de la Justicia. Lo primero que sale es un sentimiento de rabia”. Sobre el presunto homicida, José María Pardo Suárez, Ramón se preguntó “qué será capaz de hacer” si eso se lo hace a una persona de 81 años que casi no anda. “Se lo puede hacer a cualquiera”, subrayó asombrado y dubitativo.

Ramón agradeció a la Fuerzas de Seguridad y al Samur la rapidez en su actuación y los esfuerzos que hicieron para reanimar a su padre aunque “no fuera posible”. Por último, contó que su madre, cuando tiene momentos de lucidez, pregunta por su padre y “no sabemos qué hacer ni qué decir”.

El presunto autor de la muerte de Ramón Lorenzo, José María Pardo Suárez (en la imagen de arriba, en un fotomontaje junto a su víctima), un joven de etnia gitana con el carné de conducir recién sacado, se dio a la fuga tras los hechos mientras decía en voz alta a los presentes que tenía prisa porque acababa de morir su madre, cosa que era mentira. A las cinco horas de lo sucedido se presentó en la Comisaría de Torrejón de Ardoz, donde le esperaba su padre después de que la Policía le llamara para declarar.