Sin aspirar a la confusión, misterio y embeleco acaecidos al protagonista de la novela de Graham Greene “El cónsul honorario”, -aunque pueda ponerse en duda en este caso a la vista de la trayectoria del expresidente de Castilla-La Mancha-, el Gobierno de la República Dominicana ha nombrado cónsul honorario del país en la provincia de Albacete a José Bono, según la noticia adelantada en exclusiva por Elcierredigital.com

A partir de su nombramiento, el “diplomático” dispondrá en Albacete de despacho consular, además de otros privilegios inherentes al cargo facilitados por el Gobierno de la Republica Dominicana. Una nación que el exministro de Defensa y de las Cortes Generales conoce perfectamente, y donde ya ha sido agasajado con una de las condecoraciones más importantes del país caribeño: la Gran Cruz Placa de Plata de la Orden Heráldica de Cristóbal Colón por su permanente colaboración con las Fuerzas Armadas. Una relación fraguada con el tiempo y que ha permitido al exministro tras su nacionalización, otorgada por el nuevo presidente Luis Abinader, constituir el pasado año cuatro sociedades offshore de titularidad personal, con domicilio social en Santo Domingo, y operativas tanto en República Dominicana, España, y cualquier otro país del mundo. 

Recurro al Ministerio de Asuntos Exteriores para informarme de las labores de un cónsul honorario. Un cargo por el que no se percibe retribución alguna, se concede a personas que cuentan al menos con el permiso de residencia del país representado, y que tan sólo resultan competentes para ejercer un número limitado y secundario de las funciones consulares. Individuos además de reconocida “probidad” en sus territorios de origen que, en el caso del nuevo cónsul honorario, como en la mili, se la supone.

Un puesto que implica la promoción de los vínculos comerciales entre ambos territorios y del fomento de las relaciones e integración de los nativos residentes en Albacete. Una tarea que no perderá de vista el titular del consulado, pues tendrá así la oportunidad de fomentar el comercio entre Castilla-La Mancha y el país caribeño cuyas exportaciones ascendieron en 2020 a 12,8 millones de euros por 2,8 millones las importaciones. También, muy importante, representar y facilitar el nexo de una colonia de 186 dominicanos vecinos en la provincia, según datos del padrón de 2021.

Una faena que, sin duda, no descuidará José Bono en representación de un país tan presente en la población albacetense como en el comercio de Castilla-La Mancha. Una magnitud que hace primordial la existencia del nuevo consulado, con celebridad al frente, y que tanto Albacete como el resto de esta región seguro echaban en falta.