Hoy, 16 de junio, es el día de la Atención Temprana y tenemos mucho que celebrar, ya que parece que cada vez son más los niños y las familias que pueden beneficiarse de este apoyo cuando lo necesitan. Aunque queda mucho por hacer, el avance que se ha vivido en los últimos años ha sido muy significativo.

Este avance no sólo se manifiesta en el aumento del número de niños y familias a las que llega el programa de Atención Temprana sino que, además, el ámbito de la Atención Temprana está viviendo en los últimos años toda una revolución en sus planteamientos y está moviendo y removiendo estructuras y metodologías de cómo se venían haciendo las cosas años atrás.

Hace más de 20 años que se publicó el Libro Blanco de Atención Temprana (GAT, 2000) donde, por primera vez, los expertos del ámbito en España se ponían de acuerdo para sentar las bases de cómo debía ser el apoyo que se ofrecía a los niños y niñas con dificultades en el desarrollo. Entre los principios que se proponían ya había una clara referencia al entorno social y familiar de los niños. A partir de aquí y poco a poco los planteamientos han seguido avanzando hacia enfoques cada vez más ecológicos, sensibles y respetuosos con la familia y con la infancia, siendo ahora las prácticas centradas en la familia y el apoyo en los entornos naturales las claves del trabajo en Atención Temprana.

Parece que seguimos avanzando en la comprensión de cuál es nuestro papel como profesionales, y vamos a tratar de resumirlo en dos palabras llenas de significado: APOYAR, en sus dos acepciones de la RAE, “poner una cosa (persona) de manera que la otra se sostenga para que no se caiga, para poder hacer un esfuerzo, o simplemente para descansar” y “ayudar a que una persona consiga algo o que algo se desarrolle o suceda, colaborando o influyendo en ciertos aspectos”. Y una segunda palabra que explica nuestra misión y objetivo es ACOMPAÑAR, como “proceso de existir junto al otro y de participar en los sentimientos de alguien”.

Y aquí está la clave. Estas dos palabras encierran la evidencia científica que en los últimos años nos ofrece el neuroconstructivismo en sus investigaciones: las familias son la principal fuente de influencia en el aprendizaje y desarrollo de TODOS los niños, y de ahí que nuestra misión sea apoyar y acompañar este proceso. Porque, además, TODOS los padres y madres del mundo necesitamos y tenemos derecho a ser y sentirnos competentes en el cuidado de nuestros hijos/as, sea cual sea el desafío, sentir que lo que hacemos les ayuda, que podemos apoyarles en que cada vez sean más autónomos, más libres y más felices. Hemos entendido que las familias están dónde tenían que estar, en el centro, la familia y su niño.

Hoy celebramos el día de la Atención Temprana como equipo, como Asociación, orgullosos y agradecidos por tanto camino compartido con tantas familias que nos han permitido apoyarlas y acompañarlas en su camino. Gracias.

Natalia Bravo es directora de Atención Temprana de la Asociación Provincial de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo (APANAS) de Toledo