No deja de ser paradójico que lo que nos vendieron como algo esencial para

comenzar la desescalada, sin ahogar nuestra economía, sea lo que se este

replanteando por ser una de las causas de la nueva situación epidemiológica

en la que nos encontramos.

Más allá de los discursos de algunos presidentes autonómicos populistas y

charlatanes, nacionalistas o no nacionalistas, lo cierto es que no se

cumplen las condiciones que nos vendieron para dejar la gestión en sus manos

y se ha visto que carecen de las herramientas necesarias para el control de

la epidemia. Ni que decir tiene que el daño producido a esa economía y al

resto en general, ha sido mayor que el que se pretendía evitar por muchos

miles de euros que se hayan gastado en campañas promocionales del turismo en

sus respectivas comunidades y territorios.

Lo que no se entiende es lo que hace el gobierno central, aparte de

teatralizar los resultados de la última cumbre europea. No es que no sea

importante. Lo es, no solo para nuestro país, sino para la propia existencia

del concepto europeo, pero los resultados, aquí en casa, se tienen que ver

ahora con proyectos e inversiones de esos recursos y que todos estamos

deseosos de ver como se reparten. De ello dependerá nuestro futuro, de si

somos capaces de dar un nuevo aire a nuestra sanidad, educación,

investigación, desarrollo y tejido productivo, de si somos capaces de

transformarnos y reformarnos. Sí, tenemos que aprovechar el impulso para

transformar para llegar, no hasta donde llega nuestro dedo, sino donde

apunte nuestro dedo, o nos volveremos a quedar lavándonos la cara y

olvidándonos del resto de nuestro cuerpo.

Como decía, lo que no se entiende es lo que esta haciendo el gobierno

central. Nos dicen que están preocupados pero ni se ha legislado para dotar

de medios legales a las autonomías ni hacen nada para cortar los brotes

“preocupantes”. Todo se deja en manos del de enfrente. El gobierno mira a

las autonomías, estas a los ayuntamientos y estos a sus vecinos y entre unos

y otros están las normas que no son iguales ni en los municipios vecinos.

Difícil situación. Eso sí, a todos les oímos decirnos que están haciendo un

gran esfuerzo y sacrificio, tanto nos lo repiten que entenderíamos su

renuncia para retirarse de la primera o segunda línea en sus

responsabilidades.

Los que han y están realizando un esfuerzo son los que se enfrentan y se han

enfrentado con sus cuerpos, sus conocimientos y aprendiendo sobre la marcha,

a esta pandemia, los que están y han realizado un esfuerzo son los que han

estado pacientemente atendiendo a sus vecinos para abastecer y cuidar de los

servicios esenciales, los que están y han realizado un esfuerzo son los que,

sin medios, han asegurado el termino del curso y encaminan el incierto

comienzo de uno nuevo, los que están y han realizado un esfuerzo son los que

están al pie del cañón esperando refuerzos que no terminan de llegar, los

que están y han realizado un esfuerzo son todos los profesionales,

trabajadores y trabajadoras, empresarios, autónomos que se enfrentan todos

los días a un muro de incomprensión y desesperanza y los que han realizado

un sacrificio, son las miles de personas que han desaparecido y sus familias

que las han visto desaparecer sin poder cerrar el circulo que nuestra

cultura y creencias, nos ha enseñado a hacer con las personas que amamos.

Señoras, señores esto no ha terminado aún, dejémonos de discusiones y

discursos vanos y seamos serios. Nos estamos jugando la vida en ello y sin

ella, no tendremos futuro.

Nicolás Galán Serrano