Cuando Unauto ganó en 2016 el correspondiente concurso público y se hizo con la gestión del servicio de autobuses urbanos de Toledo para la siguiente década no contaba con lo que iba a ocurrir años después: una subida histórica de los carburantes, una pandemia mundial que hizo descender en picado las cifras habituales de viajeros y una DANA que en septiembre de 2023 arrasó con toneladas de agua y lodo su base en la ciudad, echando a perder muchos de los vehículos allí estacionados.

Un cúmulo de circunstancias negativas que fueron haciendo que los números de la empresa, perteneciente al Grupo Ruiz, no cuadrasen y hayan sido altamente deficitarios en los últimos ejercicios. Según ha podido saber este periódico, los máximos responsables de la compañía ya lanzaron sin éxito insistentes mensajes de SOS al anterior equipo de gobierno municipal, pero ha sido el actual el que se ha encontrado y ha tenido que resolver lo que el entorno del alcalde Carlos Velázquez no duda en definir como un "auténtico problemón"

La encrucijada era la siguiente: si el Ayuntamiento no llegaba a un acuerdo económico con la empresa para aportar más fondos y garantizar la viabilidad del servicio de autobuses urbanos, el Grupo Ruiz estaba decidido a recortar un 19 % el salario de sus empleados para que saliesen las cuentas. Y esta segunda opción suponía de facto una huelga indefinida de la plantilla, con las nefastas consecuencias que ello acarrearía para la movilidad de la capital castellano-manchega. 

[Velázquez logra un acuerdo con Unauto y frena la amenaza de huelga en el bus urbano de Toledo]

Un escenario endiablado que ha obligado al concejal de Movilidad y Personal, Iñaki Jiménez, y al propio alcalde, Carlos Velázquez, a emplearse a fondo durante las últimas semanas, en las que "han perdido muchas horas de sueño", tal y como reconocen sus colaboradores, para salvar un servicio que consideran "vital" para los toledanos.

El regidor, a la vista de la gravedad del asunto, tuvo que involucrarse totalmente y en primera persona para la resolución del conflicto. Ha tenido que negociar duramente con la empresa y trabajar mano a mano con el interventor del Ayuntamiento para garantizar que el acuerdo cumple con todos los requisitos formales y beneficia al conjunto de los toledanos. 

En una reunión celebrada a primera hora del pasado viernes con el presidente y el vicepresidente del Grupo Ruiz, Gregorio y Andrés Ruiz, respectivamente, se acordó in extremis que el Consistorio aporte a Unauto 1,7 millones de euros de forma extraordinaria para compensar los gastos imprevistos que ha tenido que asumir para prestar el servicio de autobuses urbanos en Toledo, pero la cantidad es muy inferior a la que reclamaba la compañía en un principio. Ese mismo día el comité de empresa había convocado una rueda de prensa que acabó cancelando.

En la planta noble del Ayuntamiento toledano se considera que, pese al esfuerzo económico que habrá que hacer de manera extraordinaria, el acuerdo es muy positivo para la ciudad puesto que no solo garantiza que los autobuses urbanos sigan funcionando con normalidad, sino que las decenas de trabajadores de Unauto y sus familias no se vean perjudicados después de haber cumplido escrupulosamente con todas sus obligaciones laborales.