Comienza este martes, 4 de octubre, el Debate sobre el Estado de la Región en las Cortes de Castilla-La Mancha, y durante dos jornadas de intensa actividad parlamentaria se discutirá sobre los problemas de la comunidad autónoma y los distintos modelos de gestión que ofrecen los tres grupos políticos representados actualmente en la Cámara autonómica, por un lado el PSOE, en el gobierno y con mayoría absoluta, y por otro el PP y Ciudadanos en la oposición. Será el último Debate de la Región antes de las elecciones autonómicas y municipales de mayo y la última oportunidad que tendrán los dos principales líderes de la región, el presidente socialista de la Junta, Emiliano García-Page, y el presidente del PP, Paco Núñez, para confrontar sus modelos.

Ambos, Page y Núñez, llegan a este gran debate de otoño con la misma actitud y el mismo tono que el resto de la legislatura: sin ningún tipo de acercamiento, en clara actitud de antipatía mutua y buscando permanentemente la confrontación y el desencuentro. El PSOE de Page lleva muchos meses intentando desacreditar el liderazgo de Núñez y el PP mantiene una activa estrategia para evidenciar que Page no es el presidente que necesita Castilla-La Mancha. Los socialistas recuerdan continuamente que Núñez es el “heredero” de la demonizada expresidenta de la Junta María Dolores de Cospedal y los populares vinculan una y otra vez a Page con Pedro Sánchez y confrontan su modelo político con el que representan Isabel Díaz Ayuso en Madrid y Juanma Moreno Bonilla en Andalucía.

El pasado fin de semana socialistas y populares volvieron a enzarzarse en un claro intento de ambos de calentar el debate que comienza este lunes, lanzándose críticas, reproches y descalificaciones mutuas. Page y Núñez se saludan poco y se ven menos y pocas son las fotos de ellos dos juntos, algo que, desde un punto de vista democrático, parece una especie de anomalía política o disfunción en el normal funcionamiento de la política regional en Castilla-La Mancha. Tanto ambos líderes como sus respectivos equipos llegan a este debate con toda la artillería y a cara de perro, con ganas de mostrar sus diferencias y descalificar al contrario. Ya veremos si, además, hay alguna voluntad de entendimiento y el debate sirve también para alcanzar algún tipo de acuerdo importante para la sociedad castellano-manchega.

Entre Page y Núñez se abrirá hueco parlamentario estos dos días la portavoz y coordinadora de Ciudadanos en Castilla-La Mancha, Carmen Picazo, que, a pesar de sus escasas posibilidades de mantener su grupo parlamentario tras las elecciones de mayo, es una líder voluntarista y trabajadora que también ha demostrado ganas de alcanzar acuerdos y colaborar en favor de la sociedad a la que sirve desde las Cortes. Su voz se oirá menos que la de Page y Núñez, pero no por eso lo que tenga que decir será menos importante.