La periodista toledana Sara Carbonero y el exportero internacional Iker Casillas hicieron pública su separación matrimonial el mes de marzo pasado. En todo este tiempo no ha dejado de hablarse de ellos ni de su vida por separado, en la que persiste el cariño, la amistad y el convencimiento de ambos de que por encima de todo está la seguridad y el bienestar de sus hijos.

Ahora, EL ESPAÑOL ha podido conocer un curioso hecho sobre Casillas, y es que continúa visitando un lugar especial para su exmujer: el pueblo donde nació la periodista, Corral de Almaguer, en Toledo.

Un municipio en el que ambos, cuando eran matrimonio, han vivido grandes momentos personales y familiares. De hecho, adquirieron conjuntamente una casa en el pueblo, de 400 metros cuadrados, cerca de la Plaza Mayor. Inmueble que han disfrutado como pareja y que, según le consta a este medio, continúan haciéndolo por separado.

Según se desliza, Iker visita con frecuencia Corral de Almaguer: "Cuida mucho la amistad y por eso siempre estará unido a Corral". La última vez que paseó por sus calles fue el pasado mes de agosto, días antes de la feria del municipio. "Viene cuando puede porque tiene aquí muy buenas amistades de cuando estuvo casado con Sara", confía quien bien lo conoce. En Corral, Iker es uno más entre sus amistades, quienes, se asegura, nunca tomaron partido tras la separación y siguen llevándose bien con el ahora exmatrimonio, aunque por separado. Especial relación de amistad conserva el exportero con el marido de la hija de los dueños de uno de los restaurantes más conocidos del municipio.

Con este hombre fue visto el deportista el pasado mes de agosto. "Es muy llano y cuando viene se deja ver en los sitios con total naturalidad, siempre ha sido así. Mucho más que Sara, que es más de casa. Él es de celebrar y pasar buenos ratos. Cuando estaban casados, el que más llevaba a los niños a la piscina municipal era él", informa una fuente toledana consultada. 

Tal y como se hace constar, Casillas se 'escapa' al pueblo de Sara Carbonero con frecuencia, lo hace siempre como él es: desde la discreción. "Cuando se le pide una foto no tiene nunca inconveniente en echársela, aunque le gusta pasar desapercibido. A él le encantan los pueblos y su tranquilidad", se apostilla. Un "toledano" más.