Ha sido en Invertia y con la firma de Valentín Bustos donde han puesto el acento en el carácter "justiciero" del empresario José García Carrión por la férrea defensa que hace de su imperio bodeguero en los tribunales. Y de esta forma han hecho recuento del largo historial del grupo con la justicia. Un magnífico reportaje que por su interés y actualidad ofrecemos a nuestros lectores.

Y es que, el presidente del grupo empresarial de marcas comoDon SimónyPata Negra, con grandes intereses en el ámbito de la agroalimentación de Castilla-La Mancha, "no duda enacudir a las leyes para defender su grupo empresariala capa y espada, contra quien sea". Así es el patriarca de la familia y así es el resto de su familia.

El grupo posee viñedos en diez denominaciones de origen, ypresencia en más de 150 de países, para hacer de García Carrión la primera bodega de Europa y la cuarta del mundo. Por no hablar de los zumos, gazpachos, cremas, sangrías… que se enmarcan en la marca Don Simón. Traducido a euros: ventas de 855 millones de euros en 2019, explica Invertia.

La última aventura legal del justiciero José García-Carrión ha tenido como demandado aBNP Paribas. Según adelantóFinancial Times,y entre 2012 y 2018, la marca perdió unos 75 millones de euros por transacciones con derivados llevadas a cabo por la entidad financiera francesa. La firma vitivinícola culpa al banco de haber actuado de forma ilegal. Y exige ser resarcida.

BNP Paribas no es el único banco con el que García Carrión se ha citado en los tribunales.Goldman Sachs y Bankiatambién tienen cuentas pendientes por ejecutar operaciones con divisas “sin autorización ni poderes de representación”, según la firma española. En este caso, en el mismo saco están Félix Villaverde, su exdirector financiero, y el hijo de éste.

Lo que más suena en Castilla-La Mancha de García Carrión es su contencioso en Valdepeñas. "En este caso, contra su eterno rival, su archienemigo, o su máxima competencia. Se llame como se llame, el enfrentamiento contraFélix Solísestá ahí", cuenta Valentín Bustos.

La última chispa entre ambos bandos esconde un supuesto fraude con los vinos. Se han vendido como crianza, reserva y gran reserva. En teoría. Porque, en la práctica, existe la posibilidad de que no hayan pasado por barrica. O que no hayan tenido el envejecimiento correspondiente a las etiquetas que llevan pegadas en sus botellas.Dicho de otra forma: estafa, publicidad engañosa y falsedad documental.

La investigación está ahora en laAudiencia Nacional. Y huele mal. En la DO Valdepeñas, en 2018, se declararon unos 3,3 millones de litros de vinos con las categorías anteriormente citadas. Como si fuera el milagro de los panes y los peces, se vendieron 4,7 millones de litros. García Carrión levantó la liebre al querellarse contra su enemigo. Él también está siendo investigado.

Ya sea grande o pequeño el adversario, García Carrión no se arredra.Si hay que ser beligerante, se es. Cuando acompaña la razón, hay que ir a por todas. Da igual que el enemigo sea la todopoderosaCoca-Cola.La multinacional estadounidense se asoció con Danone en 1997 para introducirlamarcaMinute Maid, cuya materia prima era el zumo concentrado refrigerado. Don Simón (el suyo), era zumo exprimido.

El zumo exprimido debe colocarse en la zona de refrigerados. El concentrado no tiene por qué hacerlo. Pero lo hizo. Una invasión en toda regla, según García Carrión. Había que echar alinvasor. Y lo consiguió. Lo apartó de su vera, lo que aumentó las ventas.

García Carrión quiere a los vinos. Pero adora los zumos. De ahí que cuandoGranini, la firma alemana, comparaba su producto con el suyo de manera sutil en una campaña de publicidad, fue a por todas. El néctar (Granini) no era zumo (Don Simón). LaAudiencia de Barcelonaordenó cesar la emisión del spot. Granini recurrió. La Sala de lo Civil delTribunal Supremodesestimó su recurso de casación.

García Carrión tiene una historia larga. Sus orígenes se remontan a 1890. También largo es el devenir de la compañía por los pasillos de la justicia. Cueste lo que cueste. Y tarde lo que tarde. Porqueuna década estuvo pleiteando para alcanzar la mejor de las recompensas: que una misma marca portase etiquetas de diferentes consejos reguladores.

De esta manera, Pata Negra logró llevar etiquetas con cinco denominaciones de origen diferentes (Rioja,Ribera del Duero,Rueda,ValdepeñasyCava). Después se añadieronToro,JumillayPenedés. El por qué de este afán es muy sencillo: se abrían más puertas en los mercados internacionales.

Y es que cuando José García-Carrión dice aquello de “¡al ataque!”, la batalla está planteada. Consideró injusto que España vendiera vino a granel aFrancia, y que el país vecino lo embotellara como propio. No fue la justicia, sino el gobierno galo quien acabó tomando cartas en el asunto.

Incluso, si hay que dar el salto, y litigar enEstados Unidos, pues se litiga. Una marca de champán francés, Louis Roederer, les denunció porque la marca de García Carrión (Cristal) se parecía mucho a la suya (Cristalino). Competencia desleal, lo llamaron. Perdieron la guerra. Aunque, eso sí, García Carrión acabó poniendo en su etiqueta que su cava no tenía nada que ver con Louis Roederer.

Aunque pueda parecer que García Carrión tiene más vidas que un gato, en lo que a la justicia se refiere, no siempre es del todo cierto. También ha habido ocasiones en las que ha salido trasquilado. Pero son las menos si se comparan con las victorias. Eso sí, visto lo visto, la pregunta que surge es contra quién actuará la próxima vez.