Todavía suenan los ecos de la audiencia del Papa Francisco al presidente de Castilla-La Mancha,Emiliano García-Page;al arzobispo de Toledo,Francisco Cerro,y a la alcaldesa de la capital regional,Milagros Tolón,que fueron recibidos el lunes durante más de 40 minutos por el pontíficeen una reunión que calificaron de "emocionante".

Y es que si alguna palabra puede resumir lo vivido en el Vaticano por los visitantes castellano-manchegos es la de "emoción". Así lo expresó el propio Page, que semostró muy emocionado y "casi flotando" tras la reunión, ya que "el PapaFranciscotiene mucha sensibilidad para escuchar y para interesarse por los problemas. Es una persona encantadora". Algo parecido ha expresado la alcaldesa Tolón. Emoción fue también lo que sintieron dos de las personas del séquito que acompañó al presidente regional y a la alcaldesa toledana. Una de ellas, la viceconsejera de Relaciones Institucionales, Margarita Blanca Sánchez-Fernández, la que fuera leal y eficaz jefa de gabinete de Page durante años, que no pudo contener las lágrimas ante la presencia del del Papa. Algo similar le ocurrió a la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, también muy sensibilizada en un marco de contrastes entre la magnificencia del lugar y la tremenda humildad de Bergoglio.

Fue una mañana de lunes llena de anécdotas y curiosidades. Por ejemplo: Milagros Tolón no pudo resistir hacer una llamada telefónica antes de entrar a ver al Papa. Fue a su madre, una mujer profundamente católica que seguramente sintió tanta o más emoción que su hija en ese momento.

El Papa Francisco saludó uno por uno a todos los miembros de la comitiva antes de que tuviera lugar la audiencia en la Biblioteca con Page, Tolón, el arzobispo Cerro y el vicario general García Magán. El momento simpático se produjo cuando el Papa expresó su deseo de visitar alguna vez Guadalupe.Rubén Rufo, jefe de gabinete de Milagros Tolón, aprovechó la ocasión para pedirle que visite también su pueblo, El Torrico, que pilla de paso, a lo que el pontífice respondió con una gran sonrisa.

En fin, que salieron todos "flotando" del Vaticano, empezando por el presidente.