Mario Herrera, de Podemos Castilla-La Mancha, lleva de la mano a la parlamentaria riojana (Foto: Javier Hernández. El País)

Podemos está dando la nota en La Rioja porsu negativa a apoyar un Gobierno presidido por el PSOE, al que llegó a exigir tres de los ocho departamentos del Ejecutivo. Los principales dirigentes del partido, incluido Pablo Iglesias, afearon la intransigencia de la parlamentariaRaquel Romeroal exigir la entrada en el Gobierno con "consejerías". En las bases, los círculos de Logroño y Haro han alzado su voz contra la dirección regional. Además, la gestora que dirige la formación se ha quedado en cuadro tras la dimisión de tres de sus seis miembros.

"Raquel Romero está fuerte; el equipo está cohesionado", aseguran en Podemos La Rioja, pero la realidad dice lo contrario. El partido de Pablo Iglesias en esta comunidad autónoma es una olla a presión: la dirección federal presiona fuera de plazo para que se reconduzca la situación, parte de la militancia da la espalda tras el veto al PSOE y la mitad de la gestora se marcha descontenta con la cúpula regional. El partido se hace añicos y a ello está contribuyendo también la presencia de dos negociadores de Podemos de Castilla-La Mancha, los mismos que dicen que posibilitaron la entrada de dos miembros del partido en el Gobierno socialista de Emiliano García-Page: Mario Herrera y Francis Gil, este último hijo del exlíder regional de CCOO, José Luis Gil.

Según la prensa local de La Rioja, lo que han comandado las operaciones para formar el nuevo Gobierno pertenecen al núcleo más fiel al actual secretario general, Kiko Garrido, que dejó la negociación con el PSOE en manos de dos miembros de Podemos Castilla-La Mancha, Mario Herrera y Francis Gil, aunque este último no llegó hasta el final de las conversaciones. "Ellos plantearon una negociación muy agresiva e intransigente. Al parecer, estoslograron que Podemos entrara en el Gobierno de García-Pagey querían marcarse otro tanto aquí", aseguraConcha Andreu, a quien el partido de Iglesias cerró la puerta del Ejecutivo.

Sobre estos negociadores se ha dicho que están controlando las negociaciones y la candidata socialista a la Presidencia de La Rioja, Concha Andreu, ha calificado de “forasteros”. Todos coinciden en que son extremadamente duros en sus planteamientos y en La Rioja han causado rechazo, fundamentalmente por no ser de la región.