Ayer subió algo el tono de crispación habitual del debate parlamentario en las Cortes de Castilla-La Mancha. Sin embargo, siendo más impresentable que nunca, resultó a la postre un positivo ejercicio de respeto, rectificación y entendimiento parlamentario. De lo ruin a lo sublime.

Fue en el primer punto del orden del día del pleno parlamentario cuando se produjo el intercambio de acusaciones entre el diputado del PP Miguel Ángel Rodríguez y la portavoz socialista Ana Isabel Abengózar, y mientras el primero acusaba veladamente de ladrones al PSOE, la segunda tomaba la palabra para llamarle directamente "sinvergüenza", acusación reiteró ante las críticas populares.

Se hablaba de la nueva de Ley del Juego de Castilla-La Mancha. "Es usted un sinvergüenza y le voy a explicar por qué", ha dicho Abengózar desde la tribuna de oradores, lo que ha motivado el enfado de la bancada popular, que ha tenido que ser llamada al orden en varias ocasiones, hasta el punto de que Miguel Ángel Rodríguez fue expulsado del pleno.

La portavoz del PP, Lola Merino, puso  las cosas en su sitio al hacer notar que el presidente de la Cámara, Pablo Bellido, había llamado al orden a Rodríguez solo dos veces, y no tres como establece el reglamento para poder expulsarlo. Además, Merino lamentó que se hubiera expulsado al ofendido y no a la diputada que pronunció las ofensas.

Bellido pidió disculpas por no estar "fino", lo cual ha sido un buen gesto por su parte. Abengozar ha retirado el insulto y Rodríguez ha lamentado en las redes sociales que algunas de sus palabras hubieran podido ofender a la diputada del PSOE "porque no era mi intención, y desde luego no eran insultantes hacia ella".

Miguel Ángel Rodríguez también ha deseado en las redes "que estas conductas no se vuelvan a repetir porque hacemos un flaco favor a nuestra región, a la que todos nos debemos".

Ojalá sea así, aunque será difícil evitar nuevas confrontaciones, con insultos incluidos. Al final, la Ley del Juego resultó ser lo menos importante.