Con el inicio de la vacunación contra el Coronavirus, estamos asistiendo a un nuevo debate que debería estar solucionado por los distintos servicios de salud de cada comunidad autónoma.

Vemos en los medios de comunicación como se informa que distintas personalidades públicas se han vacunado y al parecer lo han hecho “saltándose” un protocolo establecido por alguien desde dentro de la administración sanitaria.

Ahora para evitar ese posible trato de favor ante la aplicación de las vacunas a esas ciertas personalidades, cada comunidad autónoma está organizando un protocolo para que nadie se les quede fuera y tengan que dimitir de sus cargos si se vacunan.

Pero mientras, se está produciendo una situación que nos debería preocupar mucho más y es la ralentización en la aplicación de la vacuna por varios aspectos que son donde deberíamos poner todo el empeño para que la vacunación de la población española fuera ágil y cumpliera el objetivo pretendido, que es la inmunización de los españoles ante el coronavirus.

Está situación que tenemos se divide en tres asuntos de vital importancia que hay que solucionar urgentemente:

El primero, es saber porque las farmacéuticas distribuidoras de las vacunas no están cumpliendo con los plazos establecidos en sus contratos y hacérselos cumplir.

La segunda, puede que sea solo de algunas comunidades donde se está echando en falta la disponibilidad de profesionales de enfermería, no solo para la aplicación de las vacunas, sino para completar las plantillas en atención primaria y en el medio hospitalario.

Este problema, aunque siendo grave, puede tener la solución de compensación a los profesionales que puedan prestarse a cubrir turnos ante la falta de estas categorías.

La tercera, es la que nos debe preocupar más y la que puede tener la solución más fácil, rápida, eficaz y a la vez económica.

Todos los servicios de salud deben tener un listado de los profesionales de enfermería que se han ido jubilando o prejubilando año tras año.

Habrá profesionales que por desgracia habrán fallecido y otros a los que su situación física, no les permitirá poder seguir ejerciendo la profesión a la que han dedicado toda su vida, pero seguro que hay muchos que estamos pensando ¿Porque no me llaman desde la Gerencia y me dicen que si quiero colaborar en la aplicación de las vacunas ante el coronavirus?

Estoy por apostar que no muchos, muchísimos de estos profesionales, seriamos capaces de organizar una campaña de vacunación masiva para solucionar:

1.- Inmunizar lo antes posible a la mayor parte de la población española.

2.- Al estar vacunando profesionales que no estamos dentro del circuito sanitario, los que sí están, podrían seguir ejerciendo su labor en centros de salud y hospitales.

3.- Con esta vacunación masiva y rápida, evitaríamos en gran medida esos agravios que ahora se están produciendo porque hay personalidades que se saltan los protocolos establecidos para la vacunación.

4.- Lo más importante, estamos a la espera de que alguien nos llame, no somos el ejército español que siempre está para echar una mano cuando hace falta, pero de alguna forma también podemos estar a la orden de nuestro superior sanitario cuando este nos necesita para prestar el mejor servicio sanitario a los españoles.

QUEREMOS VACUNAR YA.

José Manuel García Calvo Fernández Cabrera. Enfermero Jubilado.