Acabo de leer en este mismo periódico digital que el yacimiento arqueológico de Libisosa en Lezuza, al que se califica como la "Pompeya Ibérica", se va a convertir en el sexto Parque Arqueológico de la región, algo que le alegra a uno, porque acceder a esa categoría asegura al lugar y a su entorno una garantía para su desarrollo y conservación en condiciones óptimas. Me alegra también que una de esas comarcas rurales deprimidas, como las de la Sierra de Alcaraz y zonas limítrofes, tengan un recurso cultural más que añadir a su patrimonio.

Pero en esa alegría también hay un poco de "sana envidia", que es la forma eufemística con la que casi siempre disimulamos lo que es envidia pura y dura y sin ningún adjetivo. Y es que a uno le duele lo que desde hace más de treinta años ocurre con el yacimiento arqueológico de Vascos, en Navalmoralejo, en la Jara toledana. Un yacimiento estudiado sistemáticamente durante años de excavaciones y ante el que no hay visitante que comprenda la clara discriminación que este lugar sufre respecto a otros lugares de la región.

No hace falta ser un estudioso, un arqueólogo ni un historiador para, después de conocer los otros cinco parques ahora existentes, darse cuenta de que Ciudad de Vascos está a la altura de todos ellos y cumple con creces las condiciones legales para ser reconocido como el séptimo Parque Arqueológico de CLM. Ciudad de Vascos no es inferior a Recópolis, Alarcos, Carranque, Segóbriga, el Tolmo de Minateda o Libisosa, y nadie entiende que los políticos nieguen lo que es evidente para la sensibilidad de cualquier ciudadano.

La Junta de Comunidades de CLM califica a los Parques Arqueológicos como "espacios físicos dentro de los cuales, sin perjuicio de la concurrencia de otros valores culturales, o naturales, confluyen necesariamente los siguientes factores: a.- La presencia de uno o varios BIC declarados con categoría de Zona Arqueológica conforme a la legislación de Patrimonio Histórico vigente. b.- Unas condiciones medioambientales adecuadas para la contemplación, disfrute y comprensión públicos de las mencionadas Zonas Arqueológicas, Yacimientos y zonas visitables".

Pero, mira por donde, la política, la mala suerte y el paso de oportunidades que deberían haber sido aprovechadas han hecho de Ciudad de Vascos, un lugar de inmensa belleza, con todas las condiciones para ser un gran Parque Arqueológico, algo imposible, apartado de las prioridades de los que hoy mandan en la región y en la provincia. En el intento de promoción de Vascos por la Diputación que presidía García Tizón habría errores. Pero nadie entiende que después de los años que han pasado su gestión siga empantanada en chapotear en el barro anterior.

Nada se ha construido desde entonces y me temo que poco se puede esperar en un futuro. En La Jara nadie lo entiende.