Miren que esta semana podría hablar yo de temas importantes: los 50 años de la muerte de Franco -si existe Dios seguro que no lo tiene en su gloria-; la Paqui, la mujer de Cerdán de la que se apunta que la conocían todas las dependientas de El Corte Inglés por sus insaciables gastos -me recuerda a la mujer de Franco, que tampoco estará en la gloria de nadie-; o el megacaso de corrupción en el PP de Almería, con las mordidas indecentes en las mascarillas (siempre hay alguien haciendo negocios sucios cuando hay un virus de por medio, y si no, miren lo que está pasando ahora con la gripe aviar y el precio de los huevos).
Pero me ha dado por hablar hoy de cosas más superficiales, o quizá no: juzguen ustedes. Quiero hablarles de logos, de merchandising y campañas publicitarias en el Partido Popular. No tiene acierto; no tiene tino el PP con sus imágenes corporativas. Eso es obvio cuando ves a Feijóo sin gafas o cuando sabes que el icónico pájaro que simboliza a su partido es un charrán, no una gaviota, pero todos, incluidos ellos, hablan de la gaviota del PP, un pájaro por cierto carroñero que siempre vuela bajo, ahí lo dejo.
Tampoco han tenido suerte en la Diputación de Toledo, que presentó hace un año, a bombo y platillo, su nuevo logo corporativo. Para quien no lo identifique, es una cosa que se asemeja a la almena de castillo o a dos "t" juntas y que, según contaron en su momento, simbolizaba la "t" de Toledo, la "t" de transparencia o la "t" de tecnología. Pues parece que es también la "t" de tongo, porque el logo que se presentó en 2024 y que se había encargado a una empresa de fuera de Castilla-La Mancha es clavadito a uno que hizo allá por 2021 un artista bosnio. Vamos, que está claro que el logo es una copiada. Y aunque desde la Diputación dejan claro que ese logo lo tienen ellos registrado y que en su día no hubo alegaciones ni denuncias de nadie, que sea legalmente tuyo no significa que no sea una cagada, con perdón, pagarle a una empresa de fuera de tu región 15.000 euros por un logo que es una copia y pega.
Al final, la "TT" va a significar lo que yo le digo mucho de broma a mi Rafa: Tonto de Toledo. También en el consistorio toledano han considerado oportuno, tal y como denunciaba hace unos días una comunicadora toledana, que su campaña para ser Ciudad Europea de la Cultura en 2031 se la haga una empresa de Madrid. Algo, por cierto, de lo que tampoco está exento en muchos casos el Gobierno de Castilla-La Mancha... A ver si esto va a ser todo por Toledo, pero sin Toledo. De nuevo, el despotismo ilustrado. Me llamo Ángeles y estos son mis demonios.