Toledo ha vivido este 15 de agosto, como cada año, una jornada cargada de tradición: la festividad de la Virgen del Sagrario, patrona y alcaldesa perpetua de la ciudad. Desde las siete de la mañana y hasta las 19:30 horas, cientos de vecinos y visitantes han acudido al claustro de la Catedral Primada para beber el agua de la Virgen en los tradicionales botijos.

La costumbre nació cuando, tras la finalización de las obras de la Capilla de la Virgen del Sagrario, se celebraron ocho días de fiestas como acción de gracias. El intenso calor del verano provocaba que muchos fieles abandonaran el templo, por lo que las autoridades eclesiásticas ordenaron instalar tarimas con jarras de agua fresca procedente de los pozos catedralicios para repartir entre la multitud. Con el paso de los siglos, el gesto se convirtió en un ritual que cada 15 de agosto congrega a miles de personas.

A este origen histórico se suman las leyendas. Una de ellas narra que un joven desvanecido por el calor recobró el sentido tras arrojarle agua de los pozos de la Catedral, atribuyéndose el hecho a la intercesión de la Virgen. Otra, más conocida entre los toledanos, cuenta que la imagen de la patrona fue rescatada del pozo del claustro durante la reconquista de la ciudad en 1085, y desde entonces sus aguas han sido consideradas portadoras de gracias y milagros.

Tras la misa oficiada en la Catedral, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha destacado que "es bueno mantener una identidad abierta a todo tipo de gente y no excluyente" y ha recordado que "solo con beber del botijo uno ya se siente partícipe" de la celebración.

El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha felicitado a todos los toledanos y ha recordado que esta edición marca el inicio de los preparativos para dos grandes efemérides: el VIII Centenario de la Catedral y el centenario de la coronación de la Virgen del Sagrario, que se celebrará en 2026.

Entre las autoridades presentes en la solemne misa estacional y la procesión por las naves catedralicias han estado la presidenta de la Diputación de Toledo, Concepción Cedillo, quien ha reafirmado “el compromiso con las tradiciones toledanas”, y el presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, que ha comprometido un plan de apoyo a los ayuntamientos para la organización de sus fiestas patronales.