Es el quinto modelo de Audi, tras los Q5, A8, A6 y A7 Sportback, que se ha pasado este año a la electrificación, indispensable para que las marcas el año que viene puedan cumplir con la nueva normativa de emisiones de 95 gramos de C02 por kilómetro recorrido. Ya hubo una variante en la anterior generación (Q7 etron), pero con la entrada en vigor de la normativa WLTP para el control de consumos y emisiones había perdido su condición puesto que ya no cumplía los requisitos de alcance eléctrico.

El Audi Q7 60 TFSIe quattro monta de nuevo dos propulsores: uno de gasolina (el V6 3.0 de 340 CV) y otro eléctrico (de 94 kW). La potencia máxima conjunta que pueden desarrollar es de 456 CV, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/ en 5,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 240 km/h (limitada electrónicamente).

Autonomía 100% eléctrica

Una batería de iones de litio de refrigeración líquida que llega ahora a los 17,3 kWh de capacidad, situada bajo el piso del maletero, es la que alimenta al motor eléctrico, que permite recorrer con cero emisiones hasta 42 kilómetros (ya según WLTP) a una velocidad máxima de 135 km/h. En modo eléctrico, EV, un altavoz en el paso de rueda derecho emite un sonido para advertir a los peatones y ciclistas de que se aproxima, y puede oírse con claridad hasta los 20 km/h.

El conductor cuenta con otros seis modos de conducción (comfort, efficiency, auto, dynamic, individual, allroad -si monta suspensión neumática adaptativa- y offroad), con los que puede cambiar la respuesta del motor, de la tracción, de la suspensión y de la direción. De serie el Audi Q7 60 TSFIe quatrro equipa transmisión automática tiptronic de ocho velocidades y tracción total.

Ya está a la venta desde 89.460 euros y las primeras unidades está previsto que lleguen a los concesionarios de la red española de Audi a principios de 2020.